El Gobierno escoge con quien pelear. Fedecámaras, la “burguesía”, los empresarios o el Gobierno de Estados Unidos son los señalados habituales. Pero ante las críticas que salen del propio chavismo, Nicolás Maduro prefiere mirar para otro lado.
El ex ministro Jorge Giordani es el más renombrado en una lista que no para de crecer. Otros ministros de Hugo Chávez como Felipe Pérez Martí, Héctor Navarro y Rodrigo Cabezas, el ex presidente de Cadivi, Edgar Hernández Beherens, y hasta el diputado del Psuv, Jesús Faría, han admitido errores, cuestionado la realidad económica o planteado medidas de ajuste. Pero nadie los oye.
Maduro sigue responsabilizando a los empresarios. “Los pelucones dicen que ellos no trabajan porque el Gobierno no les da dólares, me dicen: dame dólares, Maduro. (…) Los pelucones no quieren producir porque se la pasan en sus mansiones en Nueva York y quieren que le demos los dólares del país. ¿Ustedes creen que debemos darle a los pelucones los dólares del país?”, planteó Maduro recientemente en un acto en el estado Cojedes.
Pero la crisis económica se agrava y en el chavismo lo alertan. Sus opiniones coinciden con los cuestionamientos de economistas y empresarios.
Quien fuera mentor en el área económica de Hugo Chávez cuestiona al Gobierno de Maduro y alerta graves consecuencias si no se atiende la crisis. “La economía venezolana es una bomba de tiempo (…) La situación es realmente grave, se trata de un problema en el que se nos va la vida a todos los venezolanos”, dijo aaporrea.org en junio.
Giordani reiteró que desde octubre de 2012 se debieron hacer ajustes y aseveró que no hay dirección económica. “Falta de liderazgo, la falta de direccionalidad, venimos dando tumbos (…) Mientras no se tomen medidas, la cosa se va a poner cada vez más difícil”. También alertó que se estaba “raspando la olla” y criticó que se haya optado por esconder las cifras sobre el rendimiento de la economía. “Ya las cifras ni siquiera se publican, eso es un error político, la gente no va a creer (…) Escondimos el sofá, eso es un error político”.
El ex presidente de la antigua Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) lanzó recientemente un dardo que pone en duda el manejo de la bonanza petrolera. “En tiempos de vacas gordas no administramos adecuadamente las divisas. Las crisis son cíclicas y la mayoría de los países toman previsiones. Por eso se creó el Fondo de Estabilización Macroeconómica (FEM), pero (ahora) no tiene divisas. No tenemos ningunas reservas”, soltó Behrens, según reseñó el diario La Verdad el 2 de agosto.
El ex funcionario dijo que hubo hechos “ineficiencia y corrupción” que causaron distorsión en el control de los dólares. “Hubo exageración de las importaciones y presumible muchas importaciones fraudulentas fueron en los años 2007-2008”.
Quien fuera ministro de Planificación entre 2002 y 2003 también se ha mostrado crítico. “Este Gobierno está capturado por los cazadores de renta (…) Dudo que en toda la historia se hayan diseñado tantas políticas para la corrupción”, dijo Pérez Martí en un foro celebrado en la UCAB en febrero pasado. “Estas políticas económicas nuestras están diseñadas para los corruptos”, insistió en esa oportunidad a propósito de los controles aplicados por el Gobierno.
“El tema de los controles de precios, de cambio, no ha funcionado (…) La cosa está tan desquiciada que con un mínimo de cordura se logran milagros”, aseguró en ese evento el ex ministro de Planificación. En julio, en el marco de la Asamblea Anual de Fedecámaras, Pérez Martí cuestionó la existencia de un tipo de cambio múltiple y la impresión de dinero para financiar el déficit fiscal. “Si cierras el déficit fiscal el Banco Central de Venezuela no tendrá necesidad de imprimir dinero”.
Rodrigo Cabezas reconoce que la política cambiaria es contraproducente. “Es una medida económica para evitar fugas de capitales, cuando comienza a agotarse tienes que revisarla porque se puede haber burocratizado, porque se puede haber corrompido, tiende a eso”, expresó en julio pasado en entrevista con José Vicente Rangel.
Afirmó que era “importante” resolver con “urgencia” el tema cambiario. “Creo que debemos en el corto plazo simplificar nuestro sistema cambiario porque tener el actual con tres tipos de precios relativos sobre las divisas genera una distorsión sobre los costos importantes y no es un buen mensaje”, explicó Cabezas.
También alertó que el bachaqueo estaba causando “problemas” en la economía familiar. “Tenemos que hacer una gran batalla cultural, una vez estabilizados los precios, para derrotar esa cultura del bachaqueo que se ha masificado de manera increíble y que ha ocasionado problemas a las familias”.
Para Víctor Álvarez el Gobierno nacional repitió los errores del socialismo en el siglo XX y por eso el país está sumergido en la crisis económica. “El Gobierno bolivariano que una vez se propuso construir el socialismo del siglo XXI confundió estatización con socialización y por eso reeditó los mismos errores del socialismo del siglo XX, al sobrecargar al Estado con un gran número de empresas que finalmente terminaron quebradas por el burocratismo, el pseudosindicalismo y la corrupción”, escribió en un artículo publicado el 13 de agosto en el portal Finanzas Digital.
“Al imponer rígidos controles de precios al producto final mientras dejó liberados los costos de las materias primas, insumos y fuerza de trabajo, provocó que los crecientes costos superaran los precios controlados. Esto generó insostenibles pérdidas que desestimularon la producción y causaron la actual crisis de escasez, acaparamiento, especulación y contrabando de extracción que azota a la población”, se lee en el texto.
Afirma que con la caída del ingreso petrolero han quedado en evidencia todas esas debilidades. “Pero ahora que los precios del petróleo han colapsado y no hay más renta para repartir, se reveló la fragilidad del espejismo rentista que obnubiló el imaginario nacional”. En entrevistas y otras publicaciones, Álvarez ha señalado que el “ruinoso anclaje cambiario” demolió al aparato productivo y dejó al país atrapado en un círculo vicioso en el que “importamos porque no producimos y no producimos porque importamos”.
En un artículo, publicado en mayo pasado en el portal aporrea.org, el ex funcionario planteó la necesidad de corregir el rumbo económico. “El Gobierno debe actuar antes de que sea tarde”, advirtió. Argumentaba que la política cambiaria generó una “corrupción espantosa”, una sobrevaluación de la moneda que hizo más rentable las importaciones y que propició la escalada del dólar en el mercado paralelo.
“Mientras crecen los precios según la cotización “dólar today”, los salarios y el ingreso familiar se derrumban, golpeando severamente uno de los logros sociales más relevantes de la revolución”, se lee en el texto.
Aunque el economista y parlamentario culpa a la “guerra económica” por la crisis, también ha expresado opiniones que desnudan errores y reclama medidas de corrección. En mayo pasado propuso avanzar hacia una “simplificación cambiaria” que permita “ir progresivamente a algo más manejable como una tasa de cambio controlada y una libre”.
Asimismo, ha propuesto la necesidad de flexibilizar las política de controles. “Es necesario simplificar el sistema cambiario, las políticas y los controles, siempre tienen que ir ajustándose a las realidades y en ese sentido el Gobierno en el pasado ha realizado correctivos que se corresponden con las diversas coyunturas. Vamos a ver cuál es la reacción del Gobierno bolivariano”, declaró a Venevisión en julio.
En sus recientes declaraciones al portal aporrea.org reconoció la gravedad de la crisis económica y algunos de los errores que se cometieron. Aunque no niega la existencia de la “guerra económica”, admite corrupción y “escándalos en Cadivi y el general (Manuel) Barroso”, dependencia de la renta petrolera y el fracaso de algunas empresas estatales.
“La revolución cayó en la trampa del propio modelo de acumulación. Independientemente de que Hugo Chávez haya logrado desviar cantidades importantes de la renta petrolera para la cancelación de la deuda social, no pudo controlarla en su totalidad. La revolución captó la renta, pero no generó riqueza”, dijo en entrevista concedida a ese medio.
El ex ministro ve en esa agudización de la dependencia de la renta petrolera uno de los mayores problemas. “Ello hizo que nos acostumbráramos a tener gastos más elevados, que en momentos difíciles de bajos precios del petróleo como ahora, nos es sumamente difícil reducir, y mucho más difícil, adaptarnos a esta nueva reducción”.
También admitió el fracaso en algunas de las empresas estatales y su impacto en el abastecimiento de productos en el mercado. “Parte de nuestro drama es que se crearon industrias que actualmente están paralizadas. Anteriormente se conseguían productos hechos aquí en Venezuela y ahora no, definitivamente algo sucedió allí”.
Ana Elisa Osorio se sumó al coro de ex funcionarios de Hugo Chávez que alertan la gravedad de la crisis económica. Al igual que otros ex ministros denuncia corrupción, mal manejo de las divisas, dependencia del petróleo y una escasez que perjudica a los más pobres. “La administración de las divisas es una caja negra, por ejemplo (…) Hay fuga de divisas, y también están las múltiples tasas de cambio, que influyen en todo”, señaló Osorio en una entrevista a aporrea.org.
Desde su óptica, la situación es tal que buena parte de las “conquistas” del Gobierno de Chávez se están perdiendo. “Hay una gran carestía, y muchas de las conquistas del proceso han tenido grandes deterioros, sobre todo en el área de alimentos, las misiones alimentarias (…) Pero en estos momentos considero que estamos regresando a la situación previa a Chávez”.
Sobre la administración de las divisas la ex ministra asegura que la corrupción y el mal manejo de esos recursos han hecho que “estemos en estos momentos en una situación de bancarrota”.
Por Roberto Deniz/Runrunes