Luis Vicente León: Oposición ganará estas elecciones si la abstención no pasa de 30%

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«No vamos a tener ni la abstención que hubo en las parlamentarias de diciembre, ni la participación de las parlamentarias de 2015. La gran pregunta es si la abstención será del 30%, del 50% o de 80%. Porque si es 30%, que es muy difícil, la oposición tendría una opción ganadora; pero si es 50% la oposición pudiera obtener espacios similares a sus resultados en las regionales de 2008; y si la abstención es de 80%, el gobierno va a barrer en los resultados, pese a que es minoría»

Para el presidente de la encuestadora Datanálisis, Luis Vicente León la tarea de la oposición a partir de ahora será perfeccionar la estrategia política para incentivar al electorado, presentando una lista de candidatos «atractivos, potables, modernos» que generen esperanzas; conseguir la observación internacional y seguir exigiendo condiciones. Logrando esto y si los niveles de abstención son del 30% o 50%, la oposición tendrá la opción ganadora o podrá obtener espacios similares a sus resultados en las regionales de 2008.

Luis Vicente León es economista egresado de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), con maestría en Ingeniería Empresarial en la Universidad Simón Bolívar (USB) y diplomados en la Universidad Autónoma de México, Escuela de Organización Industrial de Madrid y en la Universidad Nacional de Taiwán. También ejerció la docencia en la Ucab y en el Instituto de Estudios Superiores de Administración (Iesa).

En entrevista concedida a El Cooperante desmontó la tesis de que ir a elecciones, con Maduro en el poder es reconocerlo o legitimarlo, y aseveró que ante la incapacidad de la oposición de sacar al mandatario oficialista “por la fuerza”, no quedaba más que volver a la negociación y a la vía electoral.

A su juicio, no se tienen porque repetir los niveles de abstención de 2017. «El hecho de que hayas fallado en el pasado, no significa fallar en el presente”, dice.

Ya la oposición hizo el mandado. ¿No es un poco tarde ya para el anuncio? Los cuadros medios y bajos de los partidos del G4 venían presionando por esto desde hace varios meses…

– Los procesos políticos son siempre muy complejos, yo no creo que sea tarde, creo que es una decisión que era inevitable. Sin duda, hubiera sido mucho más interesante tener más tiempo para haber ido a primarias, que hubiera sido mucho más legitimador de los candidatos, pero esos son detalles. Lo relevante es que, al final, la oposición acepta una convocatoria, que ha llegado a acuerdos importantes y que eso le da cierta fuerza a su evento que de todas formas iba a pasar. Pero es mejor que pase a través de un proceso negociado. Yo creo que hubiera sido mejor antes, pero en definitiva es mejor que ocurra a qué no ocurra.

Participar en estas elecciones implica aceptar que el CNE existe. Que Maduro existe. Gobernando de facto, pero existe. Que existen, aunque ilegítimos. ¿Ahora sí quedó sepultada la vía cortoplacista para sacar a Maduro del poder?

La existencia de un gobierno en control territorial no necesita del reconocimiento de nadie, porque por definición el gobierno es una palabra que viene del griego «kubernao», que significa capitán de un barco, o sea que el gobierno no es un calificativo, no existe gobierno bueno o gobierno malo, o gobierno legítimo o ilegítimo, democrático u autocrático. La calificación es distinta a la definición y es obvio que Maduro controla el gobierno territorial de Venezuela, nos guste o no nos guste; reconozcas o no su legitimidad de origen es el gobierno… Como oposición, puedes crear algunas políticas simbólicas para construir y estimular la lucha por el cambio, por el rescate de los derechos, puedes tratar de estimular esos procesos, pero eso no cambia, ni cambió nunca que Maduro controla el territorio.

En estos dos años y medio, el gobierno interino tuvo su lucha, pero es una acción internacional más que otra cosa, porque el gobierno interino nunca tuvo injerencia, ni acción interna. Lo que tuvo fue una representación internacional importante para su lucha, pero que no sustituye, de ninguna manera, al gobierno de Venezuela en Venezuela. Cuando pasa tanto tiempo y tú estrategia para provocar el cambio no se puede ejecutar, por cierto, un cambio político que quiere las 3/4 partes de los venezolanos… te das cuenta.

¿Por qué no logró Juan Guaidó la salida de Maduro?

Porque tampoco es fácil luchar con la fuerza que está instalada, que controla las instituciones, que controla los recursos, el sector militar, nunca hubo elementos que representaran una amenaza creíble para afectar la estabilidad de Maduro. El discurso diplomático no es suficiente, las sanciones han sido inútiles en Irak, en Siria, en Corea, en Cuba y aquí pasa lo mismo. La amenaza de los marines, las invasiones extranjeras nunca fueron reales, siempre fueron el discurso de los grupos más radicales, que decían «solo se puede sacar a Maduro por la fuerza», pero no tienes la fuerza. Entonces, eso quiere decir que no puedes sacar a Maduro o que tienes que buscar otro mecanismo.

Si tu propuesta es radical y no tienes la capacidad de ejecutarla, debes dejar que otros intenten otras vías de lucha, y eso es un poco lo que terminó pasando en la oposición. Desde luego que la participación en un proceso electoral no significa de ninguna manera la legitimación de Nicolás Maduro, lo que significa es el reconocimiento de que ejerce el poder territorial, eso sí, es la contraparte en cualquier negociación y eso es absolutamente normal porque si estás secuestrado no vas a negociar con más nadie que no sea el secuestrador. Cuando negocias estás reconociendo que él tiene lo que tú necesitas, que es la contraparte de tu negociación y eso era lo que hacía falta, claro había ocurrido antes, era obvio, era evidente, pero ahora lo presentas explícito.

Lo que sí es más complejo o diferente, es que la figura simbólica del gobierno interino se cambió por la Plataforma Unitaria de la oposición, un concepto más amplio que reubica los actores, ahora es el gobierno de Maduro que no reconoces, pero lo reconoces como contraparte en la negociación y la Plataforma Unitaria. Esto es un avance, porque lo otro era un abstracto que impedía llevar a cabo cualquier proceso de negociación.

Es un cambio positivo porque un líder solo, después de tantos años sin revalidación electoral no puede lograr la unidad solo, necesitaba la Plataforma Unitaria para saber de verdad quien puede negociar con la contraparte.

El segundo vicepresidente de la AN/2015 increpó a Guaidó porque fue a buscar elecciones presidenciales en México y regresaron con elecciones regionales, ¿qué lectura le da a eso? ¿no confían los diputados del extinto parlamento en la palabra del interinato?

Esos son detalles de no haber podido cumplir con la expectativa, pero la culpa no es de Guaidó, ni de la plataforma unitaria, son las circunstancias. ¿Cuál era la probabilidad de que la plataforma unitaria parara el batallón de líderes regionales que piensan que pueden obtener un puesto para continuar su lucha política? Cuando tienen puestos en esta elección intereses políticos, generales y regionales: ¿qué probabilidad tenía la oposición de pararlos? ninguna opción distinta a decirle apártate de la política, ráscate la barriga un rato en el sillón y a cambio el gobierno que controle todo el país, porque no tengo nada que hacer como pasó desde las elecciones presidenciales.

Es mejor tratar de controlar este proceso y canalizar la energía unidos que haber dejado eso libre, que se hubiera desbocado y que ninguno hubiera tenido ninguna capacidad de éxito.

Ramos Allup dijo en la rueda de prensa del martes que quienes insistan en salidas de ficción que las lleven a cabo. Pero las salidas de ficción persisten en el imaginario de eso que llaman Twitterzuela. ¿Cómo cambiar en ese imaginario colectivo la idea de que votar legitima al régimen? Han pasado dos años con el discurso del interinato y con el mantra y ahora hay un giro evidente.

La verdad es que en esa plataforma a la que llamas «twitterzuela» hay un mundo lleno de bots, un ejército de personas contratadas, pagadas y enviadas para crear matrices de opinión que no son válidas para medir la opinión pública, porque consigues que la mayoría de los venezolanos no quiere elecciones, y eso es falso, porque la mayoría de los venezolanos quiere ir a un proceso electoral.

Claro, también es verdad que la mayoría tiene desconfianza sobre el proceso electoral, que ha construido una matriz de desconfianza, eso es cierto. Pero la gente quiere que se resuelva, y lo que le está pidiendo a los partidos es: negocien, que busquen condiciones electorales, condiciones que le hagan más potable votar, que permitan que el voto se respete, eso es lo que buscan, no están buscando una abstención, que es, por cierto, la estrategia menos aprobada porque ya la conocen y han visto los resultados. La abstención es una propuesta pasiva, cuyo resultado ha sido la pulverización de la conexión entre la gente y los liderazgos y ya se conoce su fracaso.

Ahora, el hecho de que la población tenga desconfianza en el proceso electoral tampoco significa que no vota, porque mucha gente que no confía en el proceso igual vota porque lo hace como mecanismo de protesta, de presión, etc.

¿Cuál es el éxito de una estrategia política? Cuando tú logras que la oposición decida votar, tu ruta tiene que ser convencer a la gente de que vote por ti y para convencerlos de que voten tienes que darle razones positivas para votar. La primera es dimensionar adecuadamente la expectativa. Se trata de no mentir, porque cuando le dices a la gente que tiene que votar para que Maduro salga del poder le estás mintiendo, cuando le dices que vamos a votar porque vamos a ganar la mayoría de las elecciones también es mentira, porque tú has mejorado unas condiciones, pero estas no son perfectas.

Ahora, si tú dimensionas la expectativa y le dice a la gente que tú lo que quieres es que voten para que haya un incremento importante de los opositores en los puestos de elección popular, que se revalide líderes de las regiones para representar ahora al nuevo liderazgo opositor y para presentar una nueva oferta o promesa de estrategia de cambio, entonces estas redimensionando adecuadamente tu expectativa. Necesitas mejorar condiciones electorales y que la gente las perciba, mostrar que esos dos representantes en el Consejo Nacional Electoral, de la oposición han logrado una mejora en tu condición  electoral; también tienes que conseguir que la observación internacional le diga a los venezolanos que el mundo va a estar viendo el proceso y que para Maduro será cada vez más complicado manipular el proceso y por último, lo más importante de todo, es que la lista de candidatos sea una lista de candidatos atractivos, potables, modernos que generen esperanzas, porque si tú presentas una lista dinosaurios, ya no es un problema de Maduro, no es un problema tuyo.

Claro que una lista atractiva y potable, no significa necesariamente que sean candidatos nuevos, sino una oferta positiva, interesante y esperanzadora. Hay líderes nuevos y viejos que cumplen esas condiciones, pero si tú los presentas detrás de un poco de gente que lo que hace es espantar a los electores, no valdrán condiciones ni observación internacional porque la gente no se va a animar a votar.

Matemáticamente qué posibilidades tiene la oposición según Datanálisis en estas elecciones? ¿Conservaría bastiones como Miranda?

– A estas alturas es muy difícil hacer una proyección seria de resultados electorales porque todavía no sabemos quiénes son los candidatos, no sabemos si la observación internacional vendrá o no, no sabemos las condiciones que van a negociar en México y sería irresponsable decir cuántas gobernaciones o alcaldías ganaría la oposición y tampoco es fácil medirlo porque son más de 150 eventos con candidatos propios, maquinarias, comunidades chavistas, opositoras, independientes, líderes buenos y malos; con eso sería atrevidísimo dar una proyección.

Pero lo que sí me atrevería a decir, es que no vamos a tener ni la abstención que hubo en las parlamentarias de diciembre, ni la participación de las parlamentarias de 2015. La gran pregunta es si la abstención será del 30%, del 50% o de 80%. Porque si es 30%, que es muy difícil, la oposición tendría una opción ganadora; pero si es 50% la oposición pudiera obtener espacios similares a sus resultados en las regionales de 2008; y si la abstención es de 80%, el gobierno va a barrer en los resultados, pese a que es minoría. Porque la abstención es infinitamente más alta en los opositores que en los chavistas.

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