Venezuela no pierde sus costumbres ante una coyuntura de crisis donde las manifestaciones han sido protagonistas. En una semana de descontentos y la eucaristía de la Semana Santa diversas localidades de Caracas se unieron a la “quema de Judas”.
Quemar a Judas simboliza dentro de la religión católica extinguir a los traicioneros de una forma simbólica para mostrar repudio o desprecio, ante un personaje que cumple las características personales que tuvo Judas con Jesús.
Este año las calles estuvieron rodeadas de muñecos hechos de trapos y ropa vieja que hacían alusión a la cara del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Con él no faltó el rostro de Tarek William Saab, el alcalde de municipio libertador de Caracas, Jorge Rodríguez y el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno.
Esto ocurre en medio de una ola de reclamos que se desencadenó en el país, donde los pueblos de venezolano no han dejado de exigir sus derechos ante las arbitrariedades cometidas por el Gobierno nacional.