Algunos venezolanos parecieran tener menos sentido de pertenencia hacia su país. En esta oportunidad nos referimos a los raspacupos. Sí, esas personas que con su afán de tener mucho y mucho más dinero en poco tiempo no les importa si están desangrando a la tierra que los vio nacer, realizando el uso indebido de los cupos de divisas que el Gobierno Bolivariano les otorgó.
El pasado viernes 10 de julio, se pudo conocer que gracias a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil de España, a través de la «Operación raspado», fue desarticulada una mafia dedicada al blanqueo de capitales a nivel internacional, quienes además, habrían entrado en contacto con al menos 20 mil venezolanos poseedores de una tarjeta de crédito con el cupo aprobado por 3 mil dólares, según la data de las investigaciones.
Sacando cuentas, si el cupo aprobado a cada uno de estos ciudadanos alcanzaba los 3 mil dólares, entonces el total habría sido un máximo de 60 millones de dólares aproximadamente que fueron desfalcados a la nación. ¡Qué horror y qué indignación!
Pero, más allá del factor monetario, hay que reflexionar y preguntarse: ¿Serviría este dinero para la construcción de más viviendas de la gran misión para personas que las necesiten? ¿Para la creación de más escuelas, sitios recreativos, etc.? O más bien ¿para surtir de insumos a los hospitales públicos del país?
Muchísimos planes se podrían haber realizado con ese dinero que le pertenece a todo el pueblo venezolano, pero que unos deshumanizados sin amor a la patria vendieron por unos cuantos centavos.
Es así, como a través de estas mafias que operan internacionalmente, se realizan este tipo de estafas que afectan altamente a la economía venezolana, que hoy día sufre la guerra económica más despiadada de todos los tiempos.
(LaIguana.TV)