Desde Julio Borges hasta los reporteros de Armando Info, muchos venezolanos que emigraron por razones políticas se deben sentir incómodos, por decir lo menos, ante la posibilidad de que un aliado de Nicolas Maduro haya ganado la presidencia. «Esto se va a llenar de funcionarios de inteligencia de Venezuela», teme uno de ellos mientras algunos consideran irse a otro país
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La posibilidad de que el triunfo de Gustavo Petro les derrumbe la vida, amenaza el sueño de algunos venezolanos que han huido a Colombia escapando del gobierno de Nicolás Maduro.
Perseguidos por un juicio que podría culminar en cárcel, los periodistas del portal Armando.Info- Edwald Schafenberg, Roberto Deniz yJosep Poliszuc- debieron pagar por publicar varios reportajes de investigación sobre los negocios de Alex Saab con las cajas CLAP. Trabajo minucioso que fue la punta del ovillo que culminó con la captura del colombiano y el juicio en una corte de Miami, mientras desde Venezuela el gobierno lo vendía como un defensor del pueblo, le convirtió en diplomático express y hasta intentó condicionar las conversaciones entre gobierno y oposición en México a que Saab fuese liberado y sumado a la lista de negociadores de Maduro.
Ya con varios años en Bogotá, sufriendo algunos los embates del clima y de la soledad, lejos de su familia o sus novias, los periodistas habían aprendido a sobrevivir y trabajar en paz, algo bien difícil en Venezuela. Y si bien es demasiado temprano para arribar a conclusiones que les lleven al pánico, uno de ellos me comentó que su principal angustia es que los empiecen a vigilar: – Imaginaba que esto iba a pasar-, me dice-. Ahora veremos si toca moverse o qué. Mi punto es que esto se va a llenar de inteligencia de Venezuela.Y aunque considera que comparar el triunfo de Petro con el calco del régimen de Venezuela es errado, cree que se avizora un gobierno problemático y conflictivo.
Para otro joven periodista que vive y trabaja en Bogotá, el triunfo de Petro ha sido «una maldición…» y considera lógico que algunos líderes de la oposición venezolana estén pensando en hacer maletas, como Julio Borges quien está refugiado en Bogotá desde el año 2018 y tiene orden de captura desde el año 2020 por participar en el atentado con drones contra Nicolás Maduro.
Aunque fuentes confiables aseguran que el hoy Presidente Gustavo Petro se ha reunido con toda la oposición venezolana para calmar las aguas y su discurso luego del triunfo buscó ser tranquilizador.
En Colombia hay más de 30 empresas venezolanas, incluyendo la fertilizadora Monómeros que está en manos del gobierno interino y recibió hace poco la licencia OFAC – que otorga el Departamento del Tesoro de Estados Unidos- para poder seguir haciendo negocios sin problemas.
«Sería muy arriesgado que Petro se inmiscuya en la administración de Monómeros o la quiera devolver al gobierno de Maduro, porque eso haría intervenir al Departamento del Tesoro, le quitarían la licencia y la empresa dejaría de operar como hasta ahora. Petro sería el responsable de la quiebra de una empresa que tiene más de 2.000 trabajadores colombianos y no sería un buen comienzo para su administración».
Por ahora, valga el símil, solo queda esperar. Gustavo Petro lleva demasiado tiempo anhelando el poder y algo le deben decir los dos millones de venezolanos que se han refugiado en Colombia huyendo de Venezuela.
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