Vender caramelos se ha convertido en un trabajo rentable y cotidiano en las calles de Caracas. Algunos “charleros”, como los conocen popularmente; revelaron que ganan más dinero vendiendo mercancía en el transporte público, que con un empleo fijo.
Andrés Pacheco, un joven de 24 años, tomó la decisión de salir a vender caramelos en las camionetas después que su mamá cayó en prisión por drogas y él se convirtió en el sostén de sus hermanitos menores.
“Tengo cuatro hermanos menores y tengo que vender esto para poder darles algo de comer, porque deben comer todos los días”, dijo.
Pacheco indicó que sale desde las 6:00 am y regresa a su casa a las 8:00 pm, pues debe vender toda la mercancía y así poder ganarse al menos $30 diarios.
“Yo he tenido otros trabajos y no me ha resultado, porque es trabajar como burro un mes para ganarme lo que me gano en un día vendiendo caramelos”, expresó.
Asimismo, Pacheco dijo que para poder comprar una paquete de harina de maíz, debe vender al menos dos cajas de caramelos.
Por su parte, Dexiré Leal, es analista de finanzas, y desde hace un tiempo no conseguía empleo en su campo y tomó la decisión de salir a vender caramelos para mantener a su hija de nueve años.
“Muy poco veo a mi hija, si la veo es porque me espera despierta; salgo desde 6:00 am desde los Valles del Tuy y regreso a casa a las 10:00 pm”, comentó.
Leal dijo que a veces tiene días malos y lo poco que hace y la policía en ocasiones le quita todo lo que tiene.
“Si me ve un policía me detienen y me quitan el dinero y la mercancía, porque según lo que hacemos es ilegal. No ven que estamos sobreviviendo”, expresó.
Las paradas de autobuses, bulevares y el Metro de Caracas, son los lugares que los “Charleros” vistan para trabajar y poder generar ingresos para llevar alimentos a su hogar.
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