La polémica carta que Iván Simonovis entregó a Trump y Pence: “En Venezuela hay dos Soleimani”

Iván Simonovis, entregó una carta al presidente Donald Trump y su vicepresidente Mike Pence en el que denuncia a los chavistas Diosdado Cabello y Tarek El Aissami como los principales corruptos y criminales del país, al tiempo que pidió acelerar el proceso para la salida del gobierno de Maduro.

“En Venezuela hay dos Soleimani: Diosdado Cabello, miembro frustrado de las fuerzas armadas que creó una intrincada y corrupta estructura militar para asesinar a quien se oponga al régimen. El otro es Tareck El Aissami, un ciudadano sirio-venezolano con profundos vínculos con Hezbolá, quien garantiza que el dinero que financia todas las actividades criminales de esa mafia siga fluyendo. Puedo garantizar, con toda seguridad, que Venezuela es ahora mismo la más grande empresa de lavado de dinero del mundo”, dice parte de la carta que el mismo Simonovis entregó a Trump.

De igual forma, pidió “acelerar el proceso y cortar la línea de oxígeno, para finalmente acabar el tiempo de Maduro”.

Destacó que ha sugerido al presidente encargado Juan Guaidó “pasar de un rol defensivo a la ofensiva” para salvar a Venezuela.

A continuación la carta íntegra:

“Estoy libre gracias a Dios

El apoyo de mi familia

Mi amigo, Leopoldo López

Y el gobierno de los Estados Unidos de América

Soy un ejemplo de la evidente opresión del régimen venezolano. Fui condenado a 30 años de prisión por hacer mi trabajo: salvar vidas. Pasé quince años en la cárcel. Por los primeros nueve años, sólo pude ver el sol 33 veces.

No estoy aquí para hablar de mí. Estoy aquí para hablar de mi país. Hay más de seis mil venezolanos presos y perseguidos por motivos políticos. Entre 2014 y 2019, el régimen asesinó a casi trescientos ciudadanos durante protestas cívicas y otras manifestaciones pacíficas. 4.5 millones de venezolanos han emigrado por una razón: sobrevivir. Este régimen del mal no tiene límite.

Después de trabajar 25 años con la Policía de Investigaciones Criminales y otras fuerzas del orden, es mi responsabilidad hacerle saber que a 1932 kilómetros del estado de Florida se concentra el mayor número de elementos nocivos. La más grande representación del crimen organizado que, luego de destruir Venezuela, han comenzado el proceso de infectar a toda la región latinoamericana. Si no hacemos nada, este proceso seguirá extendiéndose por el mundo.

En Venezuela hay dos Soleimani: Diosdado Cabello, miembro frustrado de las fuerzas armadas que creó una intrincada y corrupta estructura militar para asesinar a quien se oponga al régimen. El otro es Tareck El Aissami. Un ciudadano sirio-venezolano con profundos vínculos con Hezbolá, quien garantiza que el dinero que financia todas las actividades criminales de esa mafia siga fluyendo. Puedo garantizar, con toda seguridad, que Venezuela es ahora mismo la más grande empresa de lavado de dinero del mundo.

En Venezuela, el tumor socialista creció por dos décadas, destruyendo toda la estructura económica y la fábrica moral de su sociedad.

Hay algunos cambios irreversibles, pero aún hay tiempo para salvar vidas. Por esta razón he sugerido al Presidente Guaidó que debemos pasar de un rol defensivo a la ofensiva. El país no puede soportarlo más.

Estados Unidos ha liderado en el pasado numerosas campañas exitosas que han reducido la huella de regímenes opresores. No tenemos forma de agradecerle al país y a esta administración por todo el apoyo que han brindado durante estos tiempos oscuros. Pero ahora pedimos acelerar el proceso y cortar la línea de oxígeno, para finalmente acabar el tiempo de Maduro. Salvar Venezuela es salvar el mundo.”