El Gobierno del presidente Nicolás Maduro podría estar subestimando el número de casos de Zika en Venezuela, lo que podría estar afectando los esfuerzos para combatir el mosquito que transmite la enfermedad, según médicos locales, políticos opositores y la vecina Colombia, reseña Reuters.
Alrededor de 4.700 casos sospechosos de Zika han sido reportados en el país tropical, dijo la semana pasada la ministra de Salud de Venezuela, Luisana Melo, en una primera estimación oficial del virus que se ha vinculado a malformaciones en bebés recién nacidos en Brasil.
El ministerio dejó hace más de año de emitir boletines semanales de salud, lo que significa que no hay datos públicos históricos, ni estadísticas geográficas de los brotes de fiebre inusual, por ejemplo.
Alarmados médicos dicen que en Venezuela, que sufre una escasez tanto de los medicamentos para bajar la fiebre como de los repelentes contra mosquitos, hay muchos más casos de Zika.
Los casos podrían estar en un rango de 240.000 a 500.000, según el infectólogo Julio Castro, que basa sus cálculos en sus proyecciones algorítmicas y boletines de salud oficiales que le han filtrado.
No estuvo disponible de inmediato un portavoz del Ministerio de Salud para hacer comentarios.
En cualquier país se están complicando los esfuerzos para calcular el número de casos puesto que cerca del 80 por ciento de las personas que contraen el virus no muestran síntomas.
No obstante, en el caso de Venezuela, el médico oncólogo José Manuel Olivares, que trabaja estrechamente con Castro y quien fue electo recientemente diputado de la oposición, dijo que “el Gobierno está ocultando la información”.
La estimación oficial de unos 255 casos de la enfermedad de Guillan Barré, un síndrome autoinmune que puede causar parálisis, es un indicio adicional del brote de Zika en Venezuela, argumentó. Al igual que la microcefalia, los casos de Guillan Barré se sospecha que puedan estar vinculados al Zika, aunque ésto aún no está comprobado científicamente.
“Si el Gobierno no reconoce la magnitud de la crisis, no actúa al respeto, va a seguir en ascenso el número de casos de Zika”, agregó Olivares, quien preside la Comisión de Salud de la Asamblea Nacional.
Sin repelentes y con basura
La escasez de condones y píldoras anticonceptivas ha contribuido al aumento de embarazados no deseados en Venezuela, donde el aborto es ilegal a menos que la salud de la mujer esté en riesgo. Además, la tasa de embarazos en adolescentes es elevada.
La lucha contra el Zika se complica también por la escasez de repelentes de mosquitos y las acumulaciones de basura en muchas ciudades, y en especial, en barrios pobres. Los residentes de esas zonas también almacenan agua, a menudo en recipientes abiertos, porque el servicio es irregular y ha empeorado por la actual sequía.
La escasez, que viven a diario los venezolanos, también podría comprometer el diagnóstico. El papel usado para imprimir ecografías, por ejemplo, es escaso o es excesivamente costoso, lo que podría dificultar la detección de malformaciones cerebrales en los bebés, una condición relacionada con el Zika.
Colombia, cuya administración de centro derecha choca frecuentemente con el gobierno socialista de Caracas, dijo el lunes que los casos de Guillain Barré reportados en Venezuela sugieren que podría haber más casos de Zika.
“La situación del Zika en Venezuela puede ser mucho más seria que la de nuestro país”, dijo el ministro de Salud de Colombia, Alejandro Gaviria, en declaraciones a BLU Radio.
Colombia confirmó el sábado 20.297 casos de Zika, de los cuales 2.116 son mujeres embarazadas.
Por Alexandra Ulmer/Reuters