La historia de Gabriel: El abuelo que falleció en el Hospital Vargas tras ser desasistido

Una llamada el miércoles en la noche lo empezó todo. Una mujer suplicaba ayuda para una persona de la tercera edad, sin familiares en Caracas. Explicaba que el hombre había sido abandonado por su familia; no tenía a nadie, solo ella se encargó de llevarle algo de comida y unas sábanas al hotel ABC, donde de su pensión pagaba 2 mil bolívares por la habitación.

“Está escupiendo sangre”, decía. Había llamado a los bomberos, pero ese día no prestaron la ayuda. Gabriel, de 71 años, sufre de obesidad mórbida y no puede caminar sin un bastón. Acostado en su cama, esperaba ayuda.

Jueves: Solo 6 ambulancias en Caracas

Los Bomberos de Caracas respondieron el teléfono al día siguiente. “¿El que está en el hotel de la Lecuna? Sí, conocemos el caso”, informó. Pero, si conoce el caso, por qué no prestó la ayuda necesaria. “Señorita, nosotros solo contamos con 6 ambulancias para toda Caracas. En los hospitales no hay camillas y la gente que aceptan deben quedarse en nuestras camillas hasta que consiguen cama. Por ejemplo, hoy tenemos solo 5 ambulancias porque una se quedó en el Pérez Carreño con el paciente en la camilla”. Es decir, solo 6 ambulancias para más de 2 millones de habitantes.

Sin embargo, ese día lo atendieron. Lo buscaron y se dirigieron al Hospital Vargas. No lo atendieron. Según comentaron, no tenían los insumos o recursos para poder verlo, pero sí aseguraron que se trataba de una infección respiratoria. Mientras tanto, el señor Gabriel seguía escupiendo sangre.

Solo contaba con los bomberos y Princesa, la mujer que dio a conocer su historia. “Por favor no sé qué más hacer, ya tiene 2 hospitales y nadie lo quiere atender”.

Pronto serían 4 y uno de ellos, recorrido dos veces. Para las 11 de la noche del jueves ya Gabriel tenía 13 horas ruleteado por diferentes centros de Salud sin ninguna respuesta.

La poca humanidad

La gravedad del caso, como miles que suceden a diario, conmovió de tal manera que optamos por pedir ayuda a la directora del Hospital Clínico Universitario, Antonieta Caporales, que como autoridad pudo haber, al menos, colaborado. Sin embargo, y como es común en entes del Gobierno, no lo hizo.

No hubo respuesta sino hasta que se le informó que el presente artículo estaba siendo terminado, para ese momento, el señor Gabriel tenía casi 24 horas en una ambulancia y los bomberos haciendo cambio de guardia con él detrás.

Después de 23 horas

Ya Gabriel está en el hospital Vargas, donde Princesa debe llevarle sábanas, porque en esa institución, como en el resto del país, no dan absolutamente nada. “Estuvo el señor sin atención 23 horas, solo nosotros lo cuidábamos”, dijo uno de los bomberos que lo atendió.

Los verdaderos héroes son justamente los que no tienen nada. Una señora que por humanidad ayudó a un desconocido y un grupo de bomberos que hizo su trabajo. Ahora se espera un diagnóstico fijo de Gabriel, que no llega, porque no hay cómo hacerle los exámenes, o dinero para pagar exámenes privados ¿Patria?

“El abuelo murió”

Un mensaje a las dos de la tarde confirmaba la noticia. El señor Gabriel había muerto. Princesa, la mujer que se convirtió en un ángel para él, estaba lavando la sangre que quedaba en la ropa tras haberse caído de su cama en la noche. No pudo avisar a nadie, el teléfono se lo habían robado mientras estaba en su habitación.

“Yo estaba en el baño y escuché el grito”, dijo, “salí y lo vi levantando los brazos y diciendo al cielo que lo recibiera”. Su llanto casi no la dejaba formular las oraciones. Respiraba y calmaba el tono mientras reclamaba la injusticia de la situación.

El acta de defunción no quieren darla, según dijo. “Venga mañana a ver si el médico que lo atendió está para que se lo de”, pero el único familiar que estaba presente tuvo que ir al cementerio a empezar los trámites de la cremación de su padre. “Vamos a ver si él viene mañana, y qué pasa con le cuerpo, porque las cavas no funcionan”, dijo Princesa que además señaló que la enfermeras le aseguraron que “el cuerpo no se pudre” tan rápido.

QEPD Señor Gabriel

Fuente: Venezología