La abominable práctica de descuartizar se inició en Venezuela (Detalles)

Luego del macabro hallazgo del cuerpo desmembrado de la ciudadana Liana Hergueta el pasado 7 de agosto, cerca de la avenida Andrés Bello de Caracas, muchas han sido las especulaciones que se han tejido en torno a lo que, para la mayoría, se trata de un tipo de crimen nuevo e insólito.

 

Esta mujer, según declaraciones emitidas este jueves 13 por el ministro del Interior, Justicia y Paz, Gustavo González López, habría sido amordazada, violada, asesinada por asfixia y luego descuartizada por sus captores, siguiendo las órdenes de un individuo vinculado con los sectores ultraderechistas de Venezuela.

 

Aunque parezca mentira, las particularidades de este atroz homicidio responden a una práctica que lamentablemente, por una u otra razón, se está convirtiendo en un hecho casi cotidiano en nuestro país. Desde el mes de abril de 2013, fecha en la que se encontraron las extremidades y la cabeza de Carlos Enrique Rada dentro de una bolsa negra en una esquina del centro de nuestra capital, ya son incontables los casos de cadáveres mutilados abandonados en sitios muy recurridos o periféricos, bien sea por simple azar o premura, o bien sea para, con perversa premeditación, enviarle un mensaje de terror a la ciudadanía.

 

Para algunos analistas se trata ante todo de casos atípicos. Lo tradicional cuando se perpetran estos asesinatos es dificultarle a los funcionarios policiales la identificación de las víctimas; para ello se desaparece cualquier rasgo o rastro distintivo (pies, manos, cabezas). No obstante, lo que ha sucedido en estados como Miranda, Zulia, Táchira, Nueva Esparta, Aragua, Bolívar y también el Distrito Capital, rompe en definitiva el molde. Se trata posiblemente, conservando los signos de identificación antes citados, de llamar la atención a toda costa.

 

Otros expertos señalan, quizás de forma ingenua, que solo se trata de crímenes pasionales u homicidios impulsados por pleitos de corte económico o por peleas entre bandas. A los más perspicaces, sin embargo, no les tiembla la voz a la hora de señalar que este modus operandi, típico de los cárteles colombianos y mexicanos, se ha implementado en el país para causar zozobra en diversos sectores de la población y para desestabilizar, por consiguiente, al proceso revolucionario.

 

A continuación, con el objetivo de informar y de ilustrar de manera responsable al público lector, se enumeran los crímenes por desmembramiento más sonados en los últimos dos años. Sin exageraciones ni amarillismos, estos son los hechos:

 

1- El día 2 de abril de 2013 se presentó el primer caso de desmembramiento en el país. Se halló parte del cuerpo (cabeza y extremidades) de Carlos Enrique Rada, de 28 años de edad, en una esquina del centro de Caracas.

 

2- El primero de enero de 2014 fue dejada una mano en las inmediaciones del sector La Tinta del municipio San Cristóbal en el estado Táchira.

 

3- El comerciante portugués José Enrique Maia Sardinha, de 39 años, fue hallado descuartizado el día 12 de julio de 2014 en la avenida San Martín de Caracas. Fueron dejadas en una bolsa negra sus manos y su cabeza, sin el tronco.

 

4- Fueron halladas el día 24 de julio de 2014, dentro de tres morrales escolares, las extremidades y la cabeza (sin el tronco) de un hombre identificado como Simón Antonio Perdomo Salazar, de 22 años. Los bolsos se encontraban tirados en la calle Beethoven de Colinas de Bello Monte, en Caracas. El victimario resultó ser Christian Alejandro Ordóñez, compañero de apartamento de la víctima.

 

5- El torso de Yesenia Patricia Mujica González, joven de 20 años de edad, fue hallado el día 10 de agosto de 2014 entre las esquinas de Maderero a Puerto Nuevo en el Centro de Caracas (mismo lugar donde fueron abandonados en 2013 los restos de Carlos Enrique Rada). Sus piernas y brazos fueron hallados en el distribuidor Baralt, cerca de la Cota Mil.

 

6- El día 22 de agosto de 2014 fue hallado en el sector de Charallave, estado Miranda, el cuerpo de un delincuente apodado «El Portugués». El mismo era miembro de una banda de secuestradores que operaba en la zona. Su cuerpo fue descuartizado con una motosierra. Sus ojos fueron extraídos.

 

7- El 27 de agosto de 2014 fueron hallados los restos desmembrados de una niña de un año y 3 meses, dentro de una bolsa plástica, en el sector Ujano de Barquisimeto, estado Lara.

 

8- El día martes 16 de junio de 2015 se encontró el cuerpo de un hombre no identificado en uno de los pozos petroleros del sector El Oculto, parroquia Mariano Parra León del municipio Jesús Enrique Lossada, estado Zulia. El cuerpo estaba desnudo, sin la región encefálica y no tenía sus extremidades superiores.

 

9- El jueves 18 de junio de 2015 se hallaron los restos descuartizados de Carlos Rafael Galindez Graterol en el km 16 de la carretera Mamera – El Junquito. Este sujeto era un presunto ladrón solicitado por el Tribunal Primero de Control del estado Aragua.

 

10- El viernes 19 de junio de 2015 se encontró el cadáver desmembrado de un hombre dentro de una bolsa de basura. El mismo estaba tirado en una acera entre las calles El Colegio y San Antonio de El Recreo, Caracas. El occiso no ha sido identificado.

 

11- El 7 de agosto de 2015 fue hallado el cuerpo desmembrado de Plana Liana Aixa Hergueta González, de 53 años, dentro de su vehículo en la calle Los Manolos, cerca de la avenida Andrés Bello, en Caracas. El tronco fue introducido en una maleta y el resto en bolsas plásticas.

 

Sí, los hechos son abominables, y las cifras también lo son. Hasta agosto del año 2014 se habían reportado al menos 16 casos de descuartizamiento en Venezuela (aproximadamente 2 muertes por mes). En agosto de ese año, cabe destacar, se reportaron tres casos, entre ellos el de Yesenia Mujica. En junio de 2015, por su parte, en menos de una semana, se reportaron los asesinatos acontecidos en el municipio Lossada del estado Zulia y en El Recreo y El Junquito del área metropolitana de Caracas.

 

Algunos expertos y criminólogos, como ya se explicó, hacen énfasis en que se trata de casos atípicos, muy comunes entre los cárteles del narcotráfico. Este procedimiento, según explican, se ha propagado en Venezuela «debido a la diversificación y aumento del delito» y también «debido a la impunidad». Estos homicidios, quizás llevados a cabo por personas comunes con conflictos particulares, son, de acuerdo a sus palabras, una manifestación psicopática que podría demostrar que el termómetro de la violencia se ha roto y que por ello no basta un tiro, sino que es necesario descuartizar.

 

Pero más allá de los formalismos y del análisis conformista, lo que es necesario puntualizar es que este tipo de monstruosidades son prácticamente nuevas en nuestro país. Se trata de procedimientos importados fomentados, por qué no admitirlo, por los líderes del narco, del paramilitarismo y también por los poderes burgueses que sustentan y que se benefician de dicho sistema.

 

Si los descuartizamientos de ciudadanas y ciudadanos de la República se han venido fomentando cada vez de forma menos subterránea, con fines políticos, desestabilizadores o terroristas, eso queda a la conciencia de cada quien. Solo resta pensar en las mil y un técnicas que ha empleado el fascismo mundial a lo largo de la historia para destruir procesos y proyectos de izquierda. Para combatir este cáncer repugnante, demás está decirlo, solo se necesita una buena dosis de eficiencia, de autoridad y de entereza revolucionaria.

 

(LaIguana.TV)