El candidato a diputado por Monagas a la AN por la Alianza Democrática, Johel Orta Moros asegura que en el próximo parlamento el extremismo quedará fuera de juego.
La Alianza democrática ha tenido la valentía desde que se instaló la Mesa de diálogo nacional de decirle una cantidad de verdades al gobierno y éste ha entendido que solo no puede resolver los problemas de Venezuela, debe hacerlo junto a una oposición racional, seria y dispuesta al diálogo.
Para Johel Orta Moros, candidato a diputado por la Alianza Democrática en Monagas la ley antibloqueo sería un mecanismo para blindar al Gobierno.
A su juicio, con esta ley, el gobierno puede estar previendo una derrota en las elecciones parlamentarias y por ello, se está resguardando para realizar algunas cosas en el área económica este mismo año.
«Aparte de las políticas equivocadas que ha venido implementando desde el punto de vista económico, el tema de las sanciones al país, es realmente un tormento para la ciudadanía. El gobierno ha comprendido que el abrazo a esas ideas comunistas de los años 60 no lleva económicamente al éxito de ningún país».
Proyectos realizables
Considera que la próxima Asamblea Nacional debe llevar adelante los proyectos necesarios para que el Ejecutivo pueda empezar a resolver los problemas en los que se metió afectando a todos los venezolanos. «Esto se ha convertido en el peor gobierno de la historia del país por la terquedad de los extremistas del gobierno y por otra parte por la torpeza del extremismo opositor, pero en el próximos parlamento el extremismo quedará fuera del juego político. En el caso del chavismo, el 62% de los candidatos son caras nuevas y por parte de la oposición el 95% seremos nuevos parlamentarios, quienes tenemos una visión de país en conjunto, de inclusión, a quienes nos mueve el amor por Venezuela».
Proyecto Guácharo para Monagas
Explicó que en el caso de Monagas se tiene una agenda que se denomina Proyecto Guácharo, destinado a presentar propuestas para atacar los problemas fundamentales de la entidad, como la escadez de gas.
«No es posible que Monagas tenga la tercera reserva de gas del planeta y la gente esté cocinando con leña cuando eso se puede solucionar rápidamente instalando un procesador en la planta ubicada en Jusepín para que ese gas natural que se produce allí no tenga que ser mandado a Jose y luego regresar en gandolas, sino que allí mismo se pueda pasar el gas para evitar la humillación que los monaguenses tengan que estar cocinando en pleno sigo XXI con leña. Yo les decía que cuando compraran lecha guardaran un listoncito para que el 6 de diciembre le cayeran a leñazos al gobierno nacional y le recordaran lo mal que lo estaban haciendo».
Se plantea a través del plan Guácharo la instalación de dos refinerías, una en el Furrial y otra en Quiriquire para poder refinar gasolina en el mismo estado. «Estos proyectos los podemos repetir en todo el país porque ahora tenemos que ir hacia lo práctico. Lo mismo con el tema del agua».
La Asamblea Nacional es la que le aprueba el presupuesto al Ejecutivo nacional. «En mi caso, por ejemplo, tengo que llegar inmediatamente al ser electo a reunirme con la gobernadora Santaella para lograr ponernos de acuerdo para resolver lo más rápidamente los problemas a los monaguenses en las diversas áreas. Los parlamentarios somos promotores de los proyectos que le hacen falta a los estados, le corresponde al Ejecutivo llevarlos adelante. Tenemos que ser el grillo, el Cri Cri del gobierno».
¿Y los recursos?
Respecto a los recursos, señaló que es necesario dar un giro de timón en lo económico, al proponer un proceso de asociación con las empresas privadas, tanto nacionales como extranjeras. «Tenemos que aprovechar a los gobiernos aliados como Rusia, China e Irán para ir hacia la recuperación de la industria petrolera con esos socios. Ahora los servicios tendrán que pagarse, pero para eso tenemos que ir además hacia la recuperación del salario.
Con los rusos que manejan bien el tema del gas, hay que lograr una asociación para que entonces empiece a entrar dinero al estado y sea reinvertido en la salud, la educación y la seguridad de sus ciudadanos, y que el empresariado se ocupe de la producción de riqueza junto con la ciudadanía. Hay que entender que el modelo de un país monoproductor se acabó y que tenemos que ir hacia un proceso de amplitud en lo económico. Estoy seguro que los propios norteamericanos no se van a queda fuera del negocio».