El estudio realizado por el Observatorio Venezolano de Violencia y Cecodap cifró en 1.134 el total de homicidios de niños y adolescentes durante el año 2017
Cada día son asesinados tres niños o adolescentes en el país, según un informe presentado este martes por el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) y la organización Cecodap que defiende los derechos de los menores de edad en todo el territorio nacional.
El estudio, que tomó como base informaciones publicadas en medios impresos y datos de fuentes oficiales, cifró en 1.134 el total de homicidios de niños y adolescentes durante el año 2017, lo que arroja una tasa de una muerte violenta cada 8 horas y de unas 90 al mes, reseñó Efe.
De ese total, 76 eran menores de cuatro años, 46 tenían entre 5 y 9 años, 125 entre 10 y 14 años, y 108 fueron calificados como homicidios por «resistencia a la autoridad».
En cuanto a los móviles de estas muertes las autoridades hablan de 643 por «ajustes de cuentas», 92 por robo, 21 por asesinato por encargo, 8 tras abuso sexual y 8 por linchamiento, entre otros motivos.
Sin embargo, otras fuentes consultadas para este informe atribuyen 32 de estos homicidios al abuso policial y apuntan a que 23 menores fueron asesinados durante protestas sociales o políticas.
El fundador de Cecodap, Fernando Pereira, dijo a Efe que en total fueron 10.499 los registros de violencia en 2017 contra menores de 18 años lo que refleja una «espiral de violencia que no debería normalizarse ni naturalizarse en ninguna sociedad o país».
Denunció que las bandas criminales captan a los menores al ofrecerles alimentos que escasean en el país, en medio de la crisis económica, «y de esta forma se van involucrando en las actividades de estos grupos organizados para delinquir».
Según el investigador, la edad promedio de iniciación en actividades delictivas es de 10 a 11 años.
El informe señala que solo en 2017 un total de 777 menores participaron en robos, 141 en asesinatos, 91 en narcotráfico, 20 en secuestros, 16 en abuso sexual, 56 en saqueos y 5 en delitos por violencia de género.
Asimismo, Cecodap y el OVV hablan de una violencia estructural que afectó a miles de menores entre ellos 205 que murieron por desnutrición, 270 por contaminación en los hospitales, mientras que 311 fueron sometidos a trabajo infantil y 137 cayeron en la mendicidad.
Aunque el total de muertes de menores es por 140 casos menor al de 2016 «es importante advertir que esa reducción no parece resultar de ninguna política o plan de prevención» según las organizaciones que elaboraron el estudio.
La organización educativa Fe y Alegría denunció que más de 4.000 niños y adolescentes de sus 170 instituciones han sido «dejados atrás» por padres que se van del país. EFE