Hubo excepciones para cruzar la frontera este martes

El paso peatonal fronterizo entre Colombia y Venezuela fue cerrado este martes, con algunas excepciones, pues alrededor del mediodía las autoridades permitieron el tránsito de pacientes que requieren de tratamiento en Cúcuta, adultos mayores, mujeres embarazadas y viajeros venezolanos que se disponían a entrar o salir del país, a través del puente internacional Simón Bolívar, reseña La Nación.

Durante las primeras horas de la mañana el tránsito de personas estuvo completamente bloqueado y gran cantidad de viajeros, trabajadores y pacientes oncológicos, de diálisis y de otras patologías permanecieron aglomerados detrás de una barricada que la Guardia Nacional estableció por la calle 3, a una cuadra de la Aduana Principal de San Antonio, puesto que no permitió el acceso por la avenida Venezuela, la cual conduce directamente hacia el puente internacional.

Igualmente del lado colombiano del puente había gran cantidad de personas, venezolanas y colombianas, aguardando para entrar a Venezuela.

Militares de la Guardia Nacional se encargan de velar por el cumplimiento de la medida de cierre tanto en los puentes internacionales “Simón Bolívar” y “Francisco de Paula Santander” como en las trochas del río Táchira, por donde la gente se las ingenia para cruzar cada vez que cierran los pasos autorizados.

Como ocurrió durante 2015, cuando los pasos binacionales fueron bloqueados por orden presidencial, el cierre de la frontera por 72 horas, ordenado por el presidente Nicolás Maduro, causó traumas para las personas que por distintas razones necesitan atravesar la raya limítrofe colombo-venezolana.

En San Antonio quedaron varados pacientes que diariamente van a Cúcuta a recibir tratamientos o chequeos médicos; también viajeros del estado Táchira y de otras entidades del interior del país que tenían boletos aéreos para abordar vuelos en el aeropuerto de Cúcuta, así como decenas de personas que por temporada de fin de año viajan a visitar familiares en Colombia.

Gladys Teresa, madre de un niño de 14 años que padece parálisis cerebral, narró que vive en Llano Jorge, municipio Bolívar, y todos los días va a una clínica de Villa del Rosario, departamento Norte de Santander, donde le hacen el tratamiento que requiere su hijo, a través de un seguro colombiano que posee. Acotó que se ve obligada a llevar a su hijo al centro médico colombiano porque en Venezuela no consigue el tratamiento médico que requiere. Al igual que otro grupo de pacientes que viven en territorio venezolano, este martes en la mañana, Gladys, con su hijo en silla de ruedas se aproximó hasta cerca de la Aduana Principal de San Antonio, con la esperanza de que le dejaran pasar hacia Colombia.

Rosalba Vargas, una abuela que sufrió una lesión en su brazo derecho y tenía consulta en Cúcuta, consideró injusto que a una persona enferma no le permitan el paso. “Todos sufrimos con estas injusticias, la mayoría de los que están aquí es gente enferma y necesitamos que nos vea el médico, pero no nos dejan pasar”. La paciente pidió al presidente venezolano que “sea más humanitario con los niños, viejitos y enfermos que necesitan tratamiento médico”.

Prioridad para los pacientes

Alrededor de las 9:00 de la mañana, los pacientes oncológicos, de diálisis, epilépticos y de otras patologías, fueron conducidos hasta el Comando del Destacamento 212, donde se reunió una comisión conformada por representantes del Ministerio de Salud, a través del Distrito Sanitario III, Defensoría del Pueblo, Guardia Nacional y, luego de revisar los informes médicos de cada uno de ellos, les permitieron el paso hacia territorio colombiano.

Se cree que este miércoles y jueves las autoridades también permitirán el paso de pacientes que viven en territorio venezolano y se hacen tratamiento médico en centros de salud de Colombia.

También hubo paso para viajeros

Alrededor del mediodía de este martes las autoridades militares y de Migración del Saime también permitieron la entrada de gran cantidad de venezolanos que se encontraban del lado colombiano, quienes con cédula en mano y luego de una rigurosa requisa de sus equipajes pudieron entrar a territorio nacional.

Siga leyendo en La Nación