Juan Guaidó pronunció un discurso grabado durante la noche de este martes en el que admite errores y anuncia rectificación. No habrá vacaciones decembrinas, dice, pues la lucha “es permanente con todos los sectores”.
La travesía de Guaidó, quien se propuso desplazar a Nicolás Maduro del poder en 2019, se ha visto empañada por un escándalo de corrupción que involucró a una docena de diputados del Parlamento. El objetivo de la salida de Maduro sigue demasiado lejos con una oposición dividida que no logra enfocar acciones para alcanzar metas factibles.
En un mensaje difundido en sus redes sociales, Juan Guaidó, pidió a los venezolanos “redoblar esfuerzos y seguir avanzando”, para convertir el próximo año en el definitivo de la salida del poder de Nicolás Maduro, releecto en un dudoso proceso comicial en mayo de 2018 y declarado en usurpación de funciones por la Asamblea Nacional, controlada en dos tercios por la oposición que lidera Guaidó.
“Para esta fecha también esperaba el cese de la usurpación. No ha sido suficiente, es obvio, pero tampoco es poco lo que hemos luchado, lo que hemos arriesgado y lo que hemos avanzado. Tenemos una sola opción: seguir avanzando y redoblar nuestra lucha, y así hacer del 2020 el año de la libertad. Tenemos toda la intención de rectificar y alinear las visiones de todos los sectores que hacen falta para lograr los objetivos planteados. No habrá vacaciones porque esta lucha no descansa”, expresó el dirigente opositor.
La posible salida de Maduro del poder se vio frustrada el 30 de abril de este año, cuando un grupo de militares se sublevó contra el régimen. Tras atrincherarse con algunas armas frente a la base aérea Generalísimo Francisco de Miranda en La Carlota, Juan Guaidó, presidente encargado, se apersonó junto a Leopoldo López y otros dirigentes políticos para respaldar la acción de los militares.
El movimiento fue sofocado en pocas horas por los leales al régimen de Maduro. El mandatario, reelecto en dudoso proceso comicial en mayo del año pasado y desconocido por la oposición y al menos 50 países, calificó el evento como una “escaramuza golpista” en la cual, presuntamente, estuvieron involucrados varios altos cargos de su administración.
Guaidó había llamado a la Fuerza Armada a desconocer a Maduro y “ponerse de lado de la Constitución”. También llamó a la calle indefinida, pero las bases opositoras no respondieron satisfactoriamente.
El respaldo de la Administración de Donald Trump tampoco ha sido suficiente para socavar las bases del régimen socialista de Maduro, quien ha buscado la manera de burlar las sanciones impuestas por Estados Unidos para abastecerse de alimentos y medicinas, por lo que el país atraviesa una pequeña “burbuja consumista” con “Black Friday” incluido en el último tramo del año.
La gestión interina de Guaidó se ha visto recientemente empañada por un escándalo de corrupción que involucró a por lo menos una docena de diputados de la Asamblea Nacional, señalados de obstaculizar investigaciones contra el empresario Alex Saab, presunto testaferro de Nicolás Maduro.
Guaidó se juramentó el 23 de enero como presidente encargado frente a una multitud entusiasta que se congregó al este de Caracas, y prometió el cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres, objetivos que a la luz de los últimos acontecimientos, siguen demasiado lejos con una oposición dividida y que no logra enfocar acciones para alcanzar metas factibles.