Gobierno usa la violencia alimentaria como arma de control político

Venezuela está en una crisis de inseguridad alimentaria severa, afirmó la nutricionista Susana Rafalli. «La emergencia nutricional se ha instalado lentamente y ya es irreparable para la población infantil

Dulce María Rodríguez/El Nacional

«El gobierno desarrolla en el país un proceso de violencia alimentaria como arma de control político y estrategia de adaptación social muy graves», dijo Susana Rafalli, nutricionista experta en seguridad alimentaría en situaciones de emergencia y desastre. Explicó que desde el Ejecutivo se decide lo que la población va a comer, el día en el que comprará los alimentos y el lugar, lo que ocasiona desesperación y angustia en los consumidores ante la incertidumbre de si encontrarán comida o si estarán expuestos a saqueos, agresiones en las colas o estallidos sociales.

Refirió que investigadores de la Universidad Central de Venezuela estudian este fenómeno y perfilan un nuevo concepto que definen como violencia alimentaria. Añadió que según las clasificaciones internacionales de los especialistas en nutrición, Venezuela se encuentra en una crisis de inseguridad alimentaría severa. «La emergencia nutricional se ha instalado lentamente y ya es irreparable para la población infantil. Sin embargo, las medidas que ha tomado el gobierno son paliativos o no resolutorias», afirmó en el foro «Corrupción y hambre, una realidad inexcusable», organizado por Transparencia Internacional.

Rodrigo Agudo, asesor de Fedenaga y director general del Instituto de la leche y la carne,  señaló en su intervención: «Cuando digo que la escasez llegó para quedarse es porque al no cambiarse las orientaciones de las políticas este año, lo que va a haber es más carestía e inexistencia».

A corto plazo, a su juicio, es imposible solucionar el problema de la escasez porque los inventarios de los mayoristas se acabaron y los de los minoristas también, además se perdió la cosecha de invierno y no hay divisas para satisfacer el consumo con importaciones.

Añadió que, de acuerdo con cifras de las memoria y cuenta del Ministerio de Agricultura y Tierras, la producción de 16 rubros vegetales, al que se suma carne de pollo, cerdo y bovina,  descendió 47,7% entre 2009 y 2015. Aseguró que las expectativas para esté año no son positivas. «La caída seguirá y  llegará a 57,4%», afirmó.

Con respecto al consumo de carne, Agudo calcula que  disminuirá 79,6% en 2016. Según el comportamiento registrado por los consumidores, se comerá 79,3% menos carne bovina este año en comparación con 2009. Además, se reducirá 80% la ingesta de pollo y 78% la de cerdo, señaló.

A esto se agrega la desconfianza de los consumidores de si encontrarán alimentos, lo que impulsa la demanda, indicó. Se requieren inventarios de alimentos para 4 o 5 meses de sobredemanda para reducir la angustia e incertidumbre de la población. «Los consumidores pasaron de tener 7 días de inventario en su casa a comprar la mayor cantidad posible de los productos que consigan». De acuerdo con Agudo tomará al menos un año restablecer los inventarios necesarios para garantizar el abastecimiento.

Mercedes De Freitas, directora de Transparencia Venezuela, presentó algunos resultados de la evaluación de la Memoria y Cuenta 2015 del Ministerio de Alimentación que muestran que Mercal aumentó 89% los gastos operativos en relación con el año anterior. Sin embargo, ejecutó 86% del presupuesto asignado para las tareas por cumplir. «De 1,6 millardos de toneladas de alimentos por distribuir solo colocaron 50%», destacó.