Mediante un comunicado oficial, el Gobierno venezolano calificó como un “atropello” las investigaciones que inició la Procuraduría General de la República (PGR) de México, con las que se desarticuló una red que compraba comida de baja calidad en ese país y los revendía en Venezuela para su comercialización en los Clap.
Dicho procedimiento develó, según la PGR mexicana, que estaban cobrando por productos y rubros un incremento de 112 % hasta 777 % sobre el precio real de estos productos para los llamados Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap).
Para el Gobierno, según detalló en el comunicado , esto es solo “uno más de los múltiples intentos de obstaculizar los denodados esfuerzos del Gobierno Bolivariano para derrotar la guerra económica”.
El texto, firmado por el Canciller de la República, Jorge Arreaza, culpó de todo ello al “Cartel de Lima (Grupo de Lima) ejecutadas en este caso por el Gobierno de Enrique Peña Nieto, quien en sus postreros días como Presidente de ese hermano país recibe la orden de continuar su campaña de acciones unilaterales, arbitrarias e ilegales contra la República Bolivariana de Venezuela, llegando al nivel de presionar de manera inaceptable a empresas mexicanas para avalar con este procedimiento absurdo la patraña de supuesta crisis humanitaria para continuar el expediente de infamias contra nuestra democracia y nuestra Patria”.
La Procuraduría mexicana informó que en esta red participaban empresarios mexicanos y venezolanos.