Un excoordinador de Investigaciones Estratégicas de la morgue de Bello Monte reveló en entrevista exclusiva al portal Punto de Corte y a la periodista Sebastiana Barráez detalles de lo que sucedió aquel 15 de enero con el cadáver del piloto del Cicpc, Oscar Pérez, asesinado por fuerzas regulares del Gobierno.
William Jiménez Gaviria, quien actualmente está en condición de refugiado en Perú, fue el único masón que estuvo a unos metros del momento en que el cuerpo de Oscar Pérez era enterrado.
En su impactante relato, contó cómo hubo presiones desde el alto gobierno y de funcionarios como Diosdado Cabello para que el cuerpo del expiloto del Cicpc fuese cremado.
El entrevistado narró una anécdota referente a ese punto ocurrida en la entrada del Cementerio General del Sur:
“El jefe del crematorio, Ángeles Colmenares, sacó las llaves del crematorio y le dijo al coronel Domingo García: ‘coronel, tenga las llaves, si usted quiere cremar el cuerpo de ese señor (Oscar Pérez), hágalo usted’. También se opuso a esa acción”.
El hombre reveló que el gobierno habría dado la orden de enterrar a Pérez sin que a ningún familiar le diera tiempo de llegar. Aun así la tía y la sobrina se habían quedado cerca y llegaron a tiempo para el entierro.
Dijo también que supuestamente el ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol, habría presionado para que los exámenes de toxicología de Pérez y su grupo fueran alterados y se incluyera que habían consumido drogas y licor.
Jiménez Gaviria afirma que recibió el cuerpo de Óscar Pérez a pocos minutos de las 7:00 de la noche de aquel fatídico 15 de enero. La causa de muerte del expiloto que desafió públicamente al Gobierno habría sido una herida de arma de fuego disparada directamente a la cabeza.
Lo mismo habría sucedido con Abraham Agostini, Lisbeth Andreína Ramírez y José Pimentel y Jairo Ramos; mientras que el cadáver de Daniel Soto llegó con herida de proyectil único al cuello y el de Abraham Lugo con herida de arma de fuego al tórax. A todos los cadáveres se les habría practicado autopsia ese día.
El exfuncionario y masón ofreció también impactantes detalles del estado de los cuerpos:
“El cadáver de Oscar Pérez era el único que tenía toda la cabeza forrada en bolsa negra. Eso lo hicieron ellos para que los efectivos, cuando los trasladaban desde el Junquito, no pudieran tomarle fotos. Los demás cuerpos estaban al descubierto. Me llamó la atención la muchacha (Lisbeth Andreína Ramírez Mantilla), muy delgada y cabello largo. Y me impresionaron los cadáveres de José Alejandro Díaz Pimentel y el de ella porque tenían dos cosas parecidas. El de Díaz Pimentel tenía una herida impresionante en la cabeza, como un balón que explota y se parte en dos. Y la femenina Ramírez tenía también una herida así; por cierto que se especuló que ella estaba embarazada, pero no era así”, detalló.
Otra irregularidad que se detectó en el manejo de los cadáveres fue que la ropa que estaban usando fue desechada:
“La ropa, zapatos, demás debe ser embalado, etiquetado y llevado a la sala de Control y Resguardo de Evidencia. En este caso, todo lo que se le quitó a los cuerpos, botas, chalecos antibalas, fue desaparecido por los funcionarios del FAES, quienes se llevaron todo y lo desecharon en un vertedero de basura al salir de la medicatura forense, obviando el registro de cadena de custodia. El estudio de las prendas es muy importante en la investigación, pero aquí las desaparecieron”.
Otro punto polémico que salió en la declaración es que el controversial coronel de la GNB, Vladimir Lugo, llegó la noche del sábado 20 de enero con una orden para cremar el cuerpo de Oscar Pérez. Lugo aseguraba que la orden procedía de Diosdado Cabello.
“Las órdenes que tenía el coronel Lugo era llevarse el cuerpo de Oscar Pérez a la una y media de la madrugada, sacarlo para el crematorio, volverlo polvo. Nos ordenaron mandar a buscar al jefe del crematorio, Ángeles Colmenares (…) dijo que la orden era de Diosdado Cabello”, sostuvo Jiménez Gaviria.
Pero después de una tensa reunión entre el Alto Mando Militar y miembros del Senamecf, estos habrían decidido que el cuerpo de Pérez fuese sometido a “inhumación -entierro- controlado” y el presidente Nicolás Maduro habría acatado dicha decisión.