Jackson Páez levanta su voz para exigir la refundación del chavismo y denunciar las desviaciones del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), organización en la cual milita. Páez representó al estado Cojedes en la pasada Asamblea Nacional y es miembro de la Juventud del PSUV.
Consciente de que sus críticas pueden costarle la censura interna, el dirigente de 28 años advierte que la “guerra económica también viene del mismo Gobierno”, rechaza que se amenace a los firmantes del revocatorio y recomienda a la cúpula roja verse en el espejo de Argentina y Brasil
– Luego de los resultados del 6D, algunas voces dentro del chavismo han llamado a “refundar” la revolución y emprender la “renovación” del liderazgo dentro del PSUV. ¿Usted comparte esa inquietud? ¿Cree que el PSUV debe someterse a un proceso de revisión interna?
– Claramente comparto la misma inquietud de las miles de voces a lo interno del chavismo que reclamamos una refundación, entendiendo que el 6 de diciembre el pueblo venezolano se expresó y a esta altura en el partido todavía no se ha dado una discusión profunda y sincera de los resultados. Peor aún, en el PSUV no se discute nada y esa realidad es la que criticamos y reclamamos, que se abra un debate nacional donde sea el pueblo quien nos indique cuáles han sido las fallas para iniciar un verdadero proceso de rectificación que no quede solo en palabras, sino que vayamos a los hechos y podamos retomar esa conexión con el pueblo que el partido ha perdido. Todos los esfuerzos que se hacen para hacer ver la realidad terminan en calificativos de contrarrevolucionarios contra todo aquel que eleva la voz para indicar que las cosas no van bien y que debemos corregir.
– El presidente Nicolás Maduro y la dirección del PSUV achacan los resultados del 6D a la “guerra económica” y los ataques del Imperio. ¿No ha faltado autocrítica en el Gobierno y el PSUV para reconocer los errores propios?
– El PSUV y sus direcciones nacionales, regionales y municipales caminan muy distantes de la realidad política que vive el chavismo. Parto por explicarte que una cosa es el PSUV y otra es el chavismo. El PSUV es un partido electorero que no se ha transformado en el partido revolucionario que debe ser; es más, ha caído en el trágico error de reproducir a lo interno las prácticas de los partidos “cuartorepublicanos”, ejemplo de ello son las imposiciones, el sectarismo, la improvisación, el burocratismo y la falta de discusión política. Por eso el PSUV hoy no representa los intereses del pueblo chavista y lo digo con propiedad.
Se habla de democracia interna, pero en las elecciones de alcaldes el partido, por imposición de los gobernadores y amigos con poder, impusieron a dedo a todos los candidatos. Igual lo hicieron en las elecciones de diputados, convocaron a elecciones internas y quedaron todos los amigos de los gobernadores, hasta familiares. ¿Quién podría ganarles ante esa ventaja abismal? Pero el chavismo, por el contrario, es un sentimiento arraigado sobre las clases populares que atendieron el llamado del comandante Chávez y que sí tiene claro que es mediante la discusión política y la crítica interna cómo se superan los errores. Ese chavismo hoy exige a gritos un cambio de rumbo al presidente Nicolás Maduro. De no ser así, corremos el riesgo de perder esta batalla.
Mucho se dice de la guerra económica y en efecto existe, pero esa guerra no solo viene de parte de sectores opositores o de los empresarios e industriales que conspiran para hacer desaparecer los productos. Esa guerra también viene del mismo Gobierno, de funcionarios que todos los días juegan a hacer grandes negocios con la comida, sin contar la política cambiaria que beneficia solo a aquellos que tienen acceso a los dólares, entre ellos muchos funcionarios corruptos.
– En enero, el PSUV designó a 24 jefes regionales. Esta semana los vuelve a cambiar y ahora son 12 vicepresidentes regionales. ¿Cómo interpreta estas decisiones? ¿Qué está pasando en las regiones?
– Eso sucede por la falta de liderazgo. El partido aquí lo que ha hecho es un gran reacomodo. Ellos buscan mantener sus cuotas de poder y eso se nota en todos esos movimientos internos, sin importar la opinión del pueblo chavista. Lo peor es que castran el surgimiento de nuevos liderazgos. El presidente Maduro comete el error de apoyar esa situación, es la base la que debe decidir, así lo establece el libro rojo del partido y así lo práctico el comandante Chávez. El problema es que quienes hoy dirigen el partido saben que de convocar una elección abierta para elegir nuevas autoridades, no quedaría ninguno de ellos y por eso utilizan el dedo. El problema viene después, cuando tratan de que las bases acaten esas decisiones, allí viene el desencanto, porque el pueblo no aceptará más las imposiciones. Ejemplo de ello es mi estado Cojedes. Allí quedó electa la compañera Erika Farías como gobernadora, la apoyamos por ser leales al comandante Chávez, pero la realidad es que hoy esa compañera está muy mal vista por el pueblo cojedeño porque los maltrata. Farías no tiene el respaldo del pueblo chavista. El chavismo en Cojedes debe parir a un cuadro que verdaderamente lo represente.
– Si el Gobierno quiere acabar con el conflicto político, ¿lo mejor no sería que admitiera y facilitara la celebración del referendo revocatorio? No solo se trata de un derecho constitucional, sino que si llegara a ganarlo, liquidaría políticamente a la oposición.
– El referendo es para el Gobierno un dolor de cabeza, pero no lo es para el chavismo, pues ese mecanismo llegó a la Constitución por impulso del comandante Chávez, para facilitarle al pueblo la posibilidad de tener un instrumento que le permita democráticamente salir de un Gobierno que no esté a la altura de las exigencias del pueblo. El problema se le presenta al Gobierno por la sencilla razón de que el chavismo está disperso porque no ha existido hasta ahora una verdadera política de unidad. Se exige unidad, pero en beneficio de quienes dirigen y no es así, la unidad se construye todo los días. Aquí se ha apartado a cuadros importantes solo por dar sus opiniones y advertir muchas de las cosas que hoy pasan. Están los casos de los profesores Jorge Giordani y Héctor Navarro, entre otros, que fueron expulsados del partido y en las regiones ha sido peor. Desde el partido han construido una política de ataque y dispersión y ese es el gran error, porque hoy para salir en defensa del Gobierno debe existir una verdadera unidad, por esa razón observas a algunos voceros del partido y el Gobierno temerosos y renuentes a un referendo.
Por eso mi llamado es a que se convoque sinceramente una refundación del chavismo, que permita reagruparnos para dar las batallas que se avecinan y que hoy ponen en peligro la continuidad del proceso. Debemos mirarnos en el espejo de lo que ha sucedido en Argentina y Brasil, y entender que hay un proceso sistemático para sacar del poder a todos los gobiernos progresistas de la región.
– Algunos voceros del PSUV han dicho que una persona que haya firmado por el revocatorio no puede trabajar en una institución oficial o no puede tener contratos con el Estado. ¿En lugar de plantear la posibilidad de castigar a las personas que firmen, no sería más inteligente y democrático acercarse a ellas y tratar de entender su malestar en este momento?
– Lo primero que debe pasar aquí es que quienes dirigen el partido hoy, salgan de la comodidad que les brinda el cargo y vayan al pueblo. Allí podrán palpar la realidad que se vive en Venezuela, porque es irresponsable hacer política diciendo que vamos a sacar a todo aquel que firme en contra. Es un error político, mucha gente humilde, empleados públicos y trabajadores que en su momento apoyaron al Gobierno, hoy por la realidad económica que los ha golpeado, así como la escasez de alimentos y medicinas y los niveles alarmantes de inseguridad que se viven, firmaron. Creo que el mecanismo correcto es que se ataque los problemas de la gente, que se vean soluciones y que se vuelva a generar esa conexión entre el pueblo y el Gobierno. En pocas palabras, debe reconquistarse la confianza perdida y darle señales claras al pueblo de que este es el Gobierno que los defiende y vela por su estabilidad. Creo que muchos de los que hoy están en el entorno del presidente Maduro le hacen más daño porque le inducen a cometer errores.
EE