Cardenal Urosa llama a detener violaciones a derechos humanos en la frontera

A una semana de la declaratoria del estado de excepción en el estado Táchira, la naturaleza vejatoria de los desalojos ha motivado el pronunciamiento de múltiples sectores, publica Correo del Caroní.

El cardenal y arzobispo de Caracas Jorge Urosa Savino declaró que  “ha habido una gran cantidad de excesos y maltratos a ciudadanos colombianos deportados, que son totalmente reprochables y que deben cesar de inmediato. Es necesario que se respete la dignidad de todas esas personas. Si bien es cierto que hay en la frontera muchos focos de delito, pues hay que buscar a los delincuentes y no simplemente arremeter contra ciudadanos comunes”.

Agregó que “el gobierno tiene una gravísima responsabilidad, porque se ha ido creando una especie de ambiente delictivo en la frontera y eso es lo que decía el presidente de que ‘se pudrió la frontera’. Bueno, no tenía por qué haberse podrido. Me parece en primer lugar que hay que respetar los derechos y hay que evitar cualquier tipo de maltrato hacia esos ciudadanos, que son hermanos nuestros. Y desde el punto de vista cristiano es una obligación y además desde el punto de vista legal es una obligación también del Gobierno”.

El cardenal coincidió con otros representantes del clero venezolano, y afirmó que “se han tomado medidas exageradas, porque la persecución de esos delincuentes no tiene por qué conllevar el estado de excepción, es decir, la suspensión de garantías”.

Señaló  “que la medida de estado de excepción, de declarar la suspensión de garantías es algo absolutamente desproporcionado. Las garantías no se pueden suspender simplemente por operaciones de tipo policial. Eso es completamente exagerado y me parece que eso debe revertirse lo más pronto posible”.

Llamado a la paz

El representante manifestó estar muy preocupado por la complejidad que está tomando el problema y la situación con el gobierno colombiano. “Me parece que hay que evitar cualquier tipo de conflicto, que hay que tratar de buscar el diálogo y el encuentro y tratar de solucionar los problemas que ciertamente existen -nadie está negando que existan problemas- pero los problemas deben resolverse con inteligencia y con medidas que no afecten a la ciudadanía”.

“Vamos a hacer votos a Dios nuestro señor porque prevalezca la ponderación, la calma, la prudencia y la inteligencia en la solución a este problema”, destacó el cardenal de la Iglesia Católica.

Para el clérigo “lo más importante es que no paguen justos por pecadores, que se persiga a los criminales, a los contrabandistas, a los narcotraficantes, a los guerrilleros, que también los hay, a los paramilitares, que se persiga a los delincuentes; pero que no se persiga a la gente humilde, a la gente buena, a los inocentes, a la gente correcta, a nuestra gente trabajadora”.

Ponderó que la segunda prioridad es  “que se termine el estado de excepción lo más pronto posible; y en tercer lugar, que no haya escalada de conflicto entre Venezuela y Colombia, es importantísimo que se tomen medidas prudentes, sabias e inteligentes y que resuelvan los problemas que sí los hay pero que no se llegue a ningún conflicto. Necesitamos la paz y tenemos todos que trabajar por la paz”.