«Cabello y Maduro buscan culpar a Lorenzo Mendoza por la guerra económica» por Runrunes

Es repetitivo en el ejercicio de quienes nos han llevado en 16 años al atraso más grande que hubiéramos pensado tras haber alcanzado niveles de desarrollo -en todos los órdenes- que hoy son solo recuerdo al estar muy por debajo de cómo nos encontró el chavismo en 1998. En algunos renglones volvimos al siglo XIX.

Así lo reseñó Runrunes.

La semana pasada adelantamos lo que era una sugerencia de un encuestador muy comprometido con el régimen. Buscar un chivo expiatorio a quien culpar del derrumbe económico causado por los improvisados secuaces del gobierno. Un par de experimentados venezolanos -uno como industrial comprometido con el desarrollo del país y otro como planificador en Harvard con más de 500 referencias válidas en el FMI- angustiados por la crisis, como señaló vía twitter Jorge Roig “más preocupados por el país que el gobierno” sirven para montar una opereta como tantas en los últimos años.
Lo que no contaba Maduro era que el semanario La Razón iba a publicar, con foto testimonial incluida, la noticia del encuentro del embajador de Venezuela en Perú con el presidente del Fondo Monetario Internacional en la ocasión de la asamblea anual del FMI y el Banco Mundial en la capital peruana. La elocuente gráfica muestra al Almirante Diego Molero Bellavia junto al presidente del FMI Jim Yong Kim en el encuentro con los Gobernadores del Banco Mundial y donde aparece Molero como representante de Venezuela. Antes se habría reunido con la directora gerente del FMI Christine Lagarde.
Venezuela había tenido el último contacto oficial con el Fondo en 2008 cuando Alí Rodríguez era ministro de finanzas con el objeto de pedir asesoría para desmontar las notas estructuradas que los bancos tenían sin poder venderlas. Luego Ramírez y Merentes tuvieron ligeras conversaciones. El exministro de Chávez, José Alejandro Rojas, fue el último gobernador por nuestro país. El show de Diosdado y Nicolás sobre la llamada grabada ilegalmente entre Lorenzo Mendoza y Ricardo Hausmann tiene solo el afán de culparlo de la guerra económica en la que el 91% de los venezolanos no cree. Basta leer el Diario de las Américas del 30/5/2015 para saber que a Maduro le habían vendido un plan para acabar con Empresas Polar. Un general urdía el plan para que otro empresario de nuevo cuño, rojo rojito, asumiera el conglomerado. Más de 80 millones de billetes verdes en importación de comida de por medio. Fue la recomendación -también escrita aquí- del presidente cubano de no cometer ese error lo que paró la crisis el pasado 1°de Mayo. Solo recordar el caso del otrora empresario rojo, luego preso siendo “amigo” de los cubanos, Fernández Barruecos para que Maduro y Osorio recapacitaran.
“Con qué gente vas a llenar los puestos de quienes trabajan con éxito. Solo mira las empresas expropiadas para que te des cuenta que ninguna sirve y todas son foco de corrupción” le sopló una mente lúcida al oído. Quiéralo o no, más temprano que tarde, tendremos que sentarnos con el FMI.
Lo dice el FMI:
Venezuela tiene una economía en descomposición, con la inflación desbocada y la actividad hundiéndose a un ritmo comparable al de países en guerra, una crisis que elevará el desempleo a niveles nunca vistos en el país en décadas. La caída del PIB prevista para este año es del 10%. Es la peor evolución de toda Latinoamérica y una de las peores del mundo, solo por delante de Yemen, en pleno conflicto bélico; Sierra Leona, golpeada por el ébola, y Guinea Ecuatorial. La caída es mayor incluso a la de Ucrania, también sacudida por la guerra. Eso no quiere oírlo Maduro…
¿Y quién es el Almirante Molero?:
El Almirante Molero era el ministro de la Defensa cuando Chávez murió. Lo ratificó Maduro en el cargo de abril a julio de 2013 cuando intempestivamente lo mandó a Brasil de embajador. Había negado el uso de un helicóptero militar al hijo del presidente. Antes Molero le reclamó, en diciembre 2012, haber ordenado el desfile de la Aviación sin permiso de Chávez ni de él. De Brasil fue sacado intempestivamente al Perú tras haber descubierto ingentes sobreprecios en la compra de alimentos a empresas brasileras.