Bajo fuertes medidas de seguridad sepultaron los restos del capitán Acosta Arévalo

Bajo fuertes medidas de seguridad, pasadas la 1:00 de la tarde, este miércoles 10 de julio fueron sepultados los restos del capitán de corbeta de la Armada Nacional Bolivariana, Rafael Acosta Arévalo, luego de que sus familiares y su abogado, Alonso Medina Roa, realizaran el reconocimiento post-morten en la morgue de Bello Monte en Caracas.

El cuerpo fue entregado al Ministerio Público, reportó Ultimas Noticias, tras recibir la autorización del Tribunal 36° de Control de Caracas, citando fuentes judiciales.

“Se enterró bajo las condiciones que el tribunal impuso”, aseguró Medina Roa quien recalcó que el cuerpo fue “formalmente entregado al Estado”.

La diputada a la AN, Delsa Solórzano estuvo en la morgue de Bello Monte para presenciar la entrega del cadáver y criticó las actuaciones del Estado.

“Cuando hemos llegado al clímax de violaciones de derechos humanos, ellos llegan a más. No solo secuestran vivos. Ahora secuestran muertos”, dijo la parlamentaria tras conocer la decisión del Tribunal del traslado.

Recordó que este hecho es similar al que sucedió con el expiloto del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), Óscar Pérez y sus seis compañeros.

El acceso al camposanto estuvo restringido para los medios de comunicación y otras personas.

El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (Sntp) denunció que fotógrafos y periodistas que cubrían el caso fueron apuntados y amenazados por funcionarios policiales.

Acosta Arévalo había fallecido, el pasado sábado 29 de junio, tras presentar signos de tortura luego haber sido detenido, el 21 de junio, por funcionarios de la Dirección de General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) por estar vinculado a presuntos hechos de conspiración en contra del Gobierno nacional.

En el informe forense que se filtró, el capitán en situación de retiro murió a causa de un “edema cerebral severo debido a insuficiencia respiratoria aguda”, causado posiblemente por un “politraumatismo generalizado”.

El Gobierno denunció en su momento que había desactivado un golpe de Estado que se produciría entre el 23 y el 24, y que incluía el asesinato de los principales líderes del chavismo.

Un día después, el fiscal general informó que Acosta Arévalo formaba parte del plan, y que estaba siendo investigado junto a otros 13 civiles y militares.

Por la muerte de Acosta Arévalo hay dos funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana integrados a la Dgcim detenidos. Estos fueron identificados como por la Fiscalía como el “teniente Ascanio Antonio Tarascio y el sargento Estiben Zarate”, a quienes les fue imputado el delito de “homicidio preterintencional con causal”.