Ocho militares venezolanos han muerto desde que comenzaron hace dos semanas las operaciones de la Fuerza Armada de ese país contra grupos armados irregulares en la frontera con Colombia, informó este lunes el ministro de Defensa, Vladimir Padrino.
«Hasta el presente (día) se han dado nueve bajas de estos grupos terroristas y, lamentablemente, hemos sufrido la pérdida de ocho compañeros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, así como también 34 heridos, que han recibido asistencia médica», dijo Padrino en una alocución transmitida por la televisora estatal VTV.
Las fuerzas armadas venezolanas reportan enfrentamientos con grupos irregulares colombianos en el estado fronterizo de Apure (oeste) desde el 21 de marzo, forzando además el desplazamiento de miles de civiles hacia Colombia.
El presidente Nicolás Maduro denunció el domingo que estos grupos, que vincula a su par colombiano Iván Duque, plantaron además minas antipersonales en territorio venezolano, que han contribuido a las bajas militares.
Anunció incluso el domingo que su gobierno pediría a Naciones Unidas «inmediata ayuda» para «desactivar los campos minados».
Según Padrino, se han «desactivado 16 dispositivos explosivos» en las cercanías de la población de La Victoria, en Apure, epicentro del conflicto.
Las autoridades venezolanas evitan normalmente identificar a los grupos irregulares, más allá de llamarlos terroristas o vincularlos al narcotráfico y a Duque.
Aunque el mandatario socialista reconoció la posibilidad de que disidentes de la disuelta guerrilla de las FARC puedan estar detrás de estos enfrentamientos.
Ambos países, con una frontera común de 2.200 km, rompieron relaciones después de que el gobierno de Duque reconociera al opositor Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela en enero de 2019.
Aunque Guaidó es reconocido como mandatario interino por medio centenar de países, con Estados Unidos a la cabeza, Maduro mantiene el control del poder con apoyo de la Fuerza Armada Nacional.