Hace cuatro años se enamoró y se mudó con su actual esposa. La alternativa es viajar a Colombia, donde el tratamiento cuesta, en promedio, U$S 37 mil.
Cuando Pedro Leonardo Jiménez dejó la Argentina y se mudó a Venezuela poco sabía de su futuro, excepto que estaba enamorado y pensaba casarse con su novia Carmen Morales. Cuatro años después, el viernes pasado, a Pedro le diagnosticaron un tipo de cáncer, el mieloma múltiple, que afecta las células. Debido la crisis sanitaria, le es imposible conseguir un tratamiento de quimioterapia en el país que gobierna Nicolás Maduro.
“Acá no hay medicamentos”, dice su esposa Carmen Morales, que lo ayuda en todo desde que empezó a sentir los primeros síntomas. Pedro tiene un dolor muy fuerte en las piernas, por el cual solo se puede mover en silla de ruedas. Antes era un ávido deportista: junto con su pareja hacían Crossfit todas las semanas. Desde hace meses que se pasa los días encerrado en su casa y calma el dolor con analgésicos.
La alternativa que le sugieren los mismos médicos venezolanos es que viajen a Colombia y compren los medicamentos allá. Pero el problema, entonces, serían los altísimos precios que tendrían que pagar. «El tratamiento completo de la quimioterapia cuesta U$S 37 mil», asegura Carmen, que también piensa en armar una página de crowdfunding para juntar dinero para su esposo.
Pedro necesita ocho ciclos de quimioterapia. Cada uno está compuesto de cuatro sesiones, separadas por cuatro días y con 25 de descanso entre los ciclos. Carmen planea usar todos sus ahorros, pero solo puede costear un ciclo del tratamiento completo.
Un largo deterioro
Las complicaciones para Pedro empezaron en marzo de este año. Él y su novia estaban de vacaciones en Isla Margarita cuando un día encontró que le había salido un grano en la frente. «Hacíamos chistes con que era algo de la pubertad», se ríe Carmen al recordarlo. Con los días, el aspecto del grano empeoró. Fueron al médico, se lo drenaron y le hicieron tomar antibióticos. Al cuarto día tuvo convulsiones.
Le hicieron diversos análisis en un hospital y los médicos le anticiparon que tenía una bacteria en sangre. Luego de salir de terapia intensiva le agarró una neumonía que lo mantuvo internado varios días más. Carmen llamó a la mamá de Pedro para que viajara desde la Argentina. «Está grave, creo que tienes que venir», le dijo por teléfono.
Pedro volvió a su casa en Puerto La Cruz y se empezó a sentir mejor. Sin embargo, con el correr de los días comenzaron los dolores en las piernas y el brazo derecho. En un principio, los médicos aseguraron que era debido al tiempo que estuvo inmóvil en el hospital, porque cuando estaba en terapia intensiva no podía ni pararse. Hizo rehabilitación, empezó de a poco a mejorar, pero volvió a empeorar. Hasta entonces no había signos del mieloma.
De Puerto La Cruz a la ciudad de Barquisimeto hay 10 horas de distancia. Carmen cargó a Pedro, que entonces estaba inmóvil, en un auto. En junio le hicieron los análisis y descubrieron que la médula ósea estaba «un poco extraña». Se planteó por primera vez la posibilidad de que fuera el tan temido mieloma. Hicieron una prueba de orina pero dio negativa. Festejaron y volvieron a su casa.
Pedro con los días intentó mostrar que se encontraba bien, pero su esposa desconfió y vio cómo poco a poco iba desmejorando. Esto los obligó a hacer análisis nuevamente en los hospitales de Barquisimeto, donde ella tiene familiares que la asesoran.
Hace dos semanas descubrieron que tenía lesiones osteolíticas, una «especie de infartos óseos» -según Carmen-. Los médicos les dijeron que había evidencia de un mieloma múltiple y les indicaron que Pedro tenía que hacer sí o sí sesiones de quimioterapia si quería seguir con vida.
Puedes ayudar a Pedro a través de Gofoundme o donando alguno de los siguientes medicamentos.
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