Washington retiene el aliento a la espera del informe Mueller

Casa-Blanca

Los estadounidenses esperaban ansiosamente el sábado conocer el informe del fiscal especial Robert Mueller sobre la investigación rusa que podría marcar un punto de inflexión para Donald Trump y tener un papel crucial en las elecciones presidenciales de 2020.

El discreto y metódico Mueller entregó el viernes sus conclusiones tras una investigación de 675 días que ha tenido en suspenso a Estados Unidos, un caso que algunos no han dudado en comparar con el Watergate, que llevó a Richard Nixon a la renuncia en agosto de 1974.

El documento, cuyas principales conclusiones está previsto que se entreguen al Congreso este fin de semana, debe responder dos preguntas centrales: ¿el equipo de Trump trabajó de la mano con Moscú durante la campaña de 2016?, y ¿el 45° presidente de Estados Unidos intentó entonces obstruir la justicia?

Habitualmente rápido para reaccionar, Donald Trump, quien se encuentra pasando el fin de semana en Florida en su club de Mar-a-Lago, no ha dicho por el momento ni una palabra.

Desde hace meses, ha denunciado insistentemente una “caza de brujas” para desacreditarlo (usó la expresión más de 180 veces en Twitter).

– “Informe de la nada” –

Hace tres días, Trump cuestionó abiertamente la legitimidad de la investigación, apelando a su amplio apoyo electoral.

“Es bastante extraordinario que cuando logras una gran victoria, alguien llega y redacta un informe sacado de la nada”, dijo. “Explíquenmelo, porque mis electores no lo entienden y yo no lo entiendo”.

Si no hay revelaciones devastadoras, el multimillonario republicano podría salir reforzado del episodio, sobre todo si, como lo anticipan muchos legisladores, la investigación concluye que no existió colusión con Rusia.

El fiscal Mueller no recomienda en su informe nuevas inculpaciones tras su investigación, aseguró la prensa estadounidense.

Pero muchos observadores creen que el inquilino de la Casa Blanca podría ser acusado de haber intentado obstruir las pesquisas, por la presión verbal que ejerció sobre el exsecretario de Justicia Jeff Sessions y su adjunto Rod Rosenstein, o incluso por la abrupta destitución en mayo de 2017 del entonces jefe del FBI, James Comey.

En una entrevista con el canal Fox News, el mismo Trump insinuó el viernes que esperaba que lo acusaran de esta parte de la investigación.

¿Qué parte del informe se hará público? ¿Y cuándo? Por ahora el secretario de Justicia, Bill Barr, es el único que ha recibido el informe.

La Casa Blanca también aseguró no haber tenido acceso al contenido del valioso documento. Los líderes demócratas del Congreso exigieron que se publique antes incluso de que esté en poder del Ejecutivo.

– “La integridad de nuestra democracia” –

Las pesquisas abordan “preguntas que tratan sobre la integridad de nuestra democracia”, advirtieron la presidente de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer. “El pueblo estadounidense tiene derecho a la verdad”, insistieron.

Muchos precandidatos demócratas a las presidenciales de 2020 también reclamaron la publicación del documento, que fue objeto de intensas especulaciones.

“Como dijo Donald Trump, ‘sáquenlo’”, tuiteó Bernie Sanders. “Divulguen el informe Mueller para todos los estadounidenses. Ahora”, exhortó Elizabeth Warren.

Mueller, exjefe del FBI bajo los gobierno de George W. Bush (republicano) y Barack Obama (demócrata), fue nombrado en mayo de 2017 como “fiscal especial” por el Departamento de Justicia para garantizar la independencia de las investigaciones sobre este caso extremadamente sensible.

Su investigación produjo la caída del exjefe de campaña de Trump, Paul Manafort, así como de su exabogado personal, Michael Cohen, ambos condenados a prisión por malversaciones varias y falso testimonio.