Wall Street se desplomaba en la apertura este lunes, con caídas superiores a 1.000 puntos en dos de sus principales indicadores, el Dow Jones de Industriales y el Nasdaq, por el temor a una recesión en EE.UU. que parece haberse contagiado a otras plazas internacionales.
Cinco minutos después del toque de la campana, el Dow Jones aumentaba las pérdidas a 1.152 puntos (-2,90 %) y el Nasdaq las moderaba a 810 puntos (-4,83 %), mientras que el S&P 500, que representa el mercado estadounidense más ampliamente, recortaba 195 puntos (-3,66 %).
Según los analistas, la volatilidad alcanza niveles no vistos desde los desplomes bursátiles de marzo de 2020, ligados a la declaración de la pandemia de la covid-19, por el miedo a que la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) dicte la esperada rebaja de las tasas demasiado tarde.
El índice Vix, conocido como «el indicador del miedo» y que mide la volatilidad, se disparaba un 100 %.
Entre los sectores más perjudicados estaba, con diferencia, el tecnológico (-5 %), y destacaba la caída de Nvidia (-10 %), fabricante de chips líder en inteligencia artificial (IA) que ha tenido una boyante trayectoria los últimos meses.
Tras las caídas globales de la semana pasada, hoy el Nikkei de Japón se precipitó un 12,40 %, su segunda mayor caída histórica, tras una reciente subida de tasas de interés en el país nipón, mientras que, en Europa, los grandes mercados bursátiles acumulaban pérdidas en torno al 2 % poco antes del cierre.
La Fed mantuvo el pasado miércoles sin cambios el entorno de altas tasas de interés y sugirió que pronto llegaría esa rebaja, pero los débiles datos del mercado laboral y la actividad industrial que se conocieron el jueves y el viernes despertaron el nerviosismo entre los inversores.
El informe de empleo de julio en EE.UU. indicó que la creación de trabajo se ralentizó hasta situarse en 114.000 puestos, menos de lo estimado, y la tasa de desempleo subió al 4,25 %, cifra que se aproxima a un indicador de recesión conocido como la «regla de Sahm», que compara la media de tasa de desempleo de los últimos tres meses con la de los últimos 12.
El analista de mercados Manuel Pinto señaló que los datos hicieron temer a los inversores que la Fed «podría haber esperado mucho para recortar las tasas y que la economía (estadounidense) podría enfrentar a un “aterrizaje forzoso”, que supone un proceso de desaceleración o recesión después de un periodo de rápido crecimiento».
Tiffany Wilding, analista de la firma PIMCO, matizó que la economía «aún no se ha hundido» y abogó por seguir «en busca de pistas»: «El próximo informe sobre el empleo y la recuperación de la debilidad de julio serán claves para marcar el tono de la reunión de septiembre de la Fed», dijo en una nota.
En otros mercados de activos, el petróleo de Texas comenzó las operaciones oscilando en torno a 72 dólares el barril, y borrando prácticamente todas las ganancias del año, al sumarse al factor de la potencial recesión en EE.UU. las dudas sobre la demanda en China.
El bitcoin, la principal criptomoneda, caía un 11 %, hasta unos 51.750 dólares.
En cuanto a los considerados activos seguros, el rendimiento del bono del Tesoro de EE.UU. a 10 años caía al 3,64 % debido a la demanda, no obstante, el oro, que también suele englobarse en esta categoría, bajaba a 2.430 dólares la onza. EFE