Los grupos políticos del Parlamento Europeo volvieron a mostrar este miércoles su división sobre la situación y la crisis humanitaria en Venezuela, en un debate donde populares, liberales y conservadores chocaron con la posición de la izquierda.
Partido popular europeo
«El Parlamento Europeo puede revertir esta situación y poner fin a esta dictadura con un liderazgo adecuado del alto representante (de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell) y elevando las sanciones a responsables de continuas violaciones de derechos humanos», afirmó el eurodiputado español del PP Leopoldo López Gil, padre del activista venezolano del mismo nombre.
En declaraciones a EFE tras el debate, López subrayó que los venezolanos abandonan un país sin agua, alimentos, electricidad y ningún servicio que le asegure algo que es común en cualquier parte del mundo como servicios básicos.
«La ayuda que podemos esperar de la UE, además de la humanitaria, debe ser tomar las medidas para sancionar al régimen de Nicolás Maduro», dijo.
Socialistas y demócratas
El socialista Javi López pidió «visibilizar la realidad de refugiados y migrantes venezolanos» y citó cifras como que el 82 % de la población carece de agua, o la ausencia del 90 % de los medicamentos necesarios en el país.
El diputado español pidió de nuevo una salida «democrática y negociada» a la crisis a instó a que no se castigue a la población con sanciones que afecten directamente a los ciudadanos, ya que «el régimen ya les castiga lo suficiente».
Renovar Europa
El eurodiputado español de Ciudadanos Jordi Cañas citó a los 4,5 millones de personas que se han tenido que exiliar ya de Venezuela y señaló que cualquier opción que no sea devolver la democracia al país «cronificará esta situación».
«Los ciudadanos de Venezuela lo que tienen que escuchar es una voz clara y nítida desde la Comisión (Europea) y desde el Parlamento dicíendoles: ‘Vamos a conseguir devolver la democracia a Venezuela. La mayoría miraremos a los ojos del dictador y le diremos: acabaremos contigo'», afirmó Cañas.
Por su parte, Izaskun Bilbao (PNV) advirtió del surgimiento de discursos xenófobos que «añaden presión a una crisis que se está afrontando con más compromisos que fondos», y pidió «detallar y cumplir los compromisos de donación» al país en las distintas conferencias de apoyo a Venezuela.
«El régimen caerá sin duda si se da paso a las elecciones libres que pide la ciudadanía y la oposición y que apoya nuestra Unión», confió Bilbao.
Izquierda unitaria
Idoia Villanueva, del partido español de izquierda Podemos, criticó que el enfoque de la Unión Europea y de Estados Unidos «no ha servido para resolver ninguno de los problemas de Venezuela» y tachó de «irresponsable» el «seguidismo» al presidente estadounidense, Donald Trump, a la hora de reconocer al líder opositor Juan Guaidó como jefe de Estado interino.
«La UE puede y debe ser un actor de mediación», pidió Villanueva, quien subrayó que habrá una oportunidad el año que viene para que unas posibles elecciones «cierren un periodo que solo ha servido para dañar al pueblo de Venezuela».
Conservadores y reformistas
Hermann Tertsch, del partido español de extrema derecha Vox, afeó que oyendo a Borrell y al grupo socialdemócrata «da la impresión de que la situación en Venezuela se debe a una catástrofe natural» e insistió en que la causa es «el régimen chavista y socialista que ha creado miseria en el país más rico de América».
«Los tiranos no se van voluntariamente nunca. La UE hunde su credibilidad con una indolencia moral y con una pasividad que nos hace cómplices a todos de esta tragedia», lamentó.
EFE