Un tribunal de Hong Kong otorgó este miércoles a una lesbiana británica el derecho de vivir y trabajar en la megalópolis con su pareja, una decisión que pone término a una larga batalla judicial.
AFP
El Tribunal de Apelación de la excolonia británica –que retornó bajo soberanía china en 1997– examinaba el caso de una británica a quien no le concedieron el visado de cónyuge porque su pareja era una mujer.
La demandante, identificada con las letras «QT», llegó a Hong Kong en 2011 después de oficializar su relación con «SS» en Reino Unido mediante una unión civil. Esta se trasladó luego a Hong Kong con un nuevo puesto de trabajo.
Hong Kong no reconoce el matrimonio homosexual o las uniones entre personas del mismo sexo y «QT» no pudo obtener un visado de cónyuge, que permite trabajar, y solo le fue otorgado uno turístico.
En septiembre, el Tribunal de Apelación le dio la razón pero el gobierno recurrió el fallo.
Las autoridades conceden visados a las personas que vienen a Hong Kong a trabajar porque consideran que «él o ella tienen el talento o las capacidades juzgadas necesarias o convenientes. Esta persona puede ser heterosexual o gay», afirmó el Tribunal de Apelación de última instancia.
«La capacidad de hacer venir a los cónyuges es un factor importante para las personas que están decidiendo ir o no a Hong Kong», prosigue la corte, y estimó que era «contraproducente» limitar este derecho a los heterosexuales.
La más alta jurisdicción establece así una primera decisión a favor de los derechos de las parejas del mismo sexo, destacó el abogado de «QT», Michael Vidler.
«Esperemos que esto abra una vía al cambio» y al reconocimiento al matrimonio entre personas del mismo sexo, agregó.
La homosexualidad solo fue despenalizada en Hong Kong en 1991.
– Apoyo de instituciones –
Doce grandes instituciones financieras internacionales, entre ellas Morgan Stanley, Goldman Sachs y Credit Suisse, apoyaron a «QT», alegando que una política de contratación «diversificada» era vital para atraer a los mejores talentos.
En un comunicado publicado por su abogado, «QT» se declaró «feliz» tras la sentencia, y se alegró por «haber contribuido un poco a que progresen los derechos de la gente LGTB en Hong Kong».
Pero acusó al gobierno de haberla tratado, «igual que a miles de lesbianas y gays, como una ciudadana de segunda classe, debido a mi orientación sexual».
El representante del gobierno ante el tribunal alegó en la audiencia que «el matrimonio crea un estatuto» que justifica por sí un trato diferente para parejas heterosexuales y homosexuales.
Hong Kong, una ciudad abierta y cosmopolita donde se celebra cada año una gay pride con miles de participantes, cuenta también sin embargo con movimientos conservadores que denuncian los tímidos avances en aras de la causa LGTB.
Pero hay algunas señales de cambio. Según un estudio publicado el martes por la Universidad de Hong Kong, 50,4% de los habitantes de la excolonia se declaraban favorables en 2017 al matrimonio entre personas del mismo sexo, contra 38% en 2013. AFP