Un niño de 2 años de edad murió luego de ser aplastado por una peligrosa chimenea de mármol de 59 kilos, que había sido mal instalada, en Huddersfield, Reino Unido.
El pequeño identificado como Bram Radcliffe fue golpeado en la cabeza por el decorado de la chimenea, que según declararon testigos estaba “colgando de un hilo” y “a la espera de un niño”.
Su madre, Amy Johnson, explicó a las autoridades que estaba con el pequeño Bram en la sala de estar de la casa, paso a otra habitación y repentinamente escuchó un fuerte ruido, al volver rápidamente a ver a su hijo, se percató que estaba en el suelo herido de muerte y con restos de la chimenea por todos lados.
La investigación forense dijo que el decorado de mármol había sido instalado con “tornillos relativamente cortos” conforme al peso, y estaban sujetos a una fina capa de yeso, por lo que era de esperarse que de un momento a otro se desprendiera de esa manera.
Vecinos también comentaron que la chimenea había sido instalada por un constructor en 2001, y Johnson que se había mudado a la casa en noviembre de 2007, no tenía conocimiento del estado de la chimenea.