Se trata de Germán Rivera García, de quien las autoridades colombianas tienen conocimiento de que participó «en la planeación y organización» del asalto que culminó con el asesinato del mandatario haitiano.
El director de la Policía de Colombia, Jorge Luis Vargas, informó este jueves que uno de los exmilitares colombianos involucrado en el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, recibió 50.000 dólares desde EE.UU., previo al magnicidio, para planear la operación.
Se trata de Germán Rivera García, actualmente detenido en Haití, un excapitán de quien las autoridades colombianas tienen conocimiento de que participó «en la planeación y organización» del asalto que culminó con la muerte del mandatario haitiano.
De acuerdo con la información proporcionada por Vargas en una conferencia de prensa, Rivera, junto con el también exmilitar Duberney Capador Giraldo —uno de los colombianos abatidos en Haití— y otra persona que aún no ha sido identificada, viajaron en mayo a Haití, donde se habrían reunido con Christian Emmanuel Sanon, un médico haitiano aprehendido y señalado por las autoridades como el autor intelectual del magnicidio.
El titular de la Policía colombiana detalló que Rivera y Capador ingresaron el pasado 10 de mayo a Haití a través de un paso fronterizo desde República Dominicana.
Los 50.000 dólares, precisó Vargas, habrían sido para la organización del viaje; sin embargo, señaló que no tienen información de la fuente de financiación.
Además de Sanon, se tienen registradas reuniones con James Solages, un ciudadano haitiano-estadounidense involucrado en el magnicidio, quien se habría entregado a las autoridades policiales de Haití tras el hecho.
«Germán Rivera ha tenido contacto con 12 personas en Haití, toda la información técnica ya la tienen las autoridades haitianas; y Duberney Capador también habría tenido contacto con 10 personas en Haití», precisó Vargas.
Las reuniones en la isla caribeña se habrían llevado a cabo en una casa alquilada, ubicada cerca de un hotel y de un sector de embajadas en Puerto Príncipe.
«Era una supuesta operación de arresto»
Rivera y Capador son parte de una veintena de colombianos que participaron en el asalto a la residencia privada de Moïse, que culminó con su asesinato, ocurrido la madrugada del pasado 7 de julio.
Actualmente hay 18 colombianos capturados y tres fueron abatidos durante los operativos de las fuerzas de seguridad haitianas. Según Vargas, están en la búsqueda de otros tres compatriotas suyos que habrían estado en República Dominicana y Haití y que tendrían relación con el caso.
«Inicialmente era una supuesta operación de arresto del presidente de Haití», dijo el titular de la Policía colombiana, tal como habían señalado previamente algunos de los detenidos.
Según Vargas, Rivera y Capador «fueron las personas que, de acuerdo con la información que está manejando Haití, planearon la supuesta operación de arresto para llegar a la casa del presidente». También fueron los encargados de contactar a más personas en Colombia, a quienes les indicaron «que esa era la actividad que iban a realizar».
Pero, antes de su ingreso a la isla, habrían participado en unas reuniones en otros países, entre ellos EE.UU.; por lo que están trabajando para identificar a las personas que les habrían ayudado a sacar la visa.
Por otro lado, el director de la Policía colombiana reiteró que había vínculos de comunicación entre Rivera y Capador y la empresa de seguridad privada CTU Security (registrada como Counter Terrorist Unit Federal Academy LLC), con sede en Miami (EE.UU.) y dirigida por el opositor venezolano Antonio Enmanuel Intriago Valera. Esta compañía supuestamente fue la encargada del reclutamiento de los mercenarios.
El miércoles, el jefe de la Policía de Haití, Léon Charles, señaló que el asesinato del presidente Moïse fue planeado en una reunión en un hotel de Santo Domingo, República Dominicana.
En este sentido, indicó que en el encuentro participaron seis personas e identificó a Sanon, Intriago y Solages, así como al conocido político haitiano, el exsenador John Joel Joseph, que ahora está siendo buscado por la Policía; el alcalde de Jacmel, Marky Kessa; y Walter Veintemilla, el jefe de una consultora sospechosa de financiar la operación. RT