Al menos 19 personas, en su mayoría civiles, murieron en la explosión de un coche bomba el domingo en Azaz, una ciudad en manos de los rebeldes apoyados por Turquía en el noroeste de Siria, según un nuevo balance difundido este lunes por una oenegé.
Un balance anterior daba cuenta de 17 muertos. La explosión también dejó más de 20 heridos, dijo a la AFP Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), una ONG con sede en el Reino Unidos y con una amplia red de fuentes de información en Siria.
Entre los muertos figuran cuatro niños, precisó el OSDH.
«La explosión ocurrió en el momento en que los fieles terminaban la oración vespertina» en la ciudad situada en una zona de influencia turca en la provincia de Alepo, agregó su director.
El ataque, que de momento no ha sido reivindicado, se produjo un día después que una explosión similar matara a 10 personas e hiriera a 20 en la ciudad nororiental de Raqa. El grupo Estado Islámico (EI) se atribuyó la autoría de esta acción.
Turquía lanzó en 2016 la Operación Escudo del Éufrates para desalojar a los yihadistas del EI y desde entonces controla más de 2.000 kilómetros cuadrados en el norte de Siria, incluida Azaz.
Desde entonces, Ankara mantiene en la zona tropas y fuerzas de inteligencia, además de apoyar a las fuerzas de policía locales.