Los tipos de cambio paralelos están sufriendo un reacomodamiento al alza en Argentina, donde las expectativas están atadas al valor del dólar estadounidense, debido a que la tranquilidad financiera de los primeros meses del Gobierno de Javier Milei se ve interrumpida por un nuevo recorte de las tasas de interés de referencia.
La preocupación por el aumento del tipo de cambio en lo que va de esta semana -el financiero llamado ‘contado con liquidación’ trepó 12%, a 1.242,08 pesos por dólar, al igual que el informal o ‘blue’, que alcanza 1.255 pesos este miércoles- llegó a la rueda de prensa diaria del portavoz presidencial, Manuel Adorni, quien descartó algún tipo de «intervención» para aplacar la subida.
«No hay razón alguna para que esto tenga una implicancia en precios, más que el problema inflacionario que estamos viviendo por los desajustes en materia monetaria y fiscal en Argentina», respondió Adorni en la sede del Ejecutivo.
Luego de la devaluación del 50% de la moneda local que convalidó el Gobierno de Milei tras asumir en diciembre pasado, Argentina estaba atravesando una cierta estabilidad en las cotizaciones cambiarias debido al superávit fiscal en el primer cuatrimestre del 0,2 % del PIB y la desaceleración de la inflación mensual a 8,8 % en abril último.
Pero el Banco Central de Argentina (BCRA) redujo el martes de la semana pasada la tasa de referencia al 40%, lo que se traduce en una tasa de 3,3% efectiva mensual, que queda poco por delante de la depreciación mensual del 2% que convalida la autoridad monetaria en el tipo de cambio oficial.
Tras ese recorte de tasas los operadores prefieren comprar dólares, ante el riesgo de una tasa negativa no sólo respecto de la inflación, sino también de la depreciación cambiaria.
«El recorte de tasas ha tenido una fuerte influencia en despertar a los dólares financieros y libre, también lo está generando el menor ritmo de liquidaciones», afirma el reporte diario de mercados de Gustavo Ber.
La subida de los dólares paralelos en las últimas ruedas también se debe a la débil liquidación de divisas de los exportadores, por debajo de las expectativas de lo que se esperaba este trimestre cuando tiene lugar la venta de la cosecha gruesa, lo que reduce la oferta de moneda dura.
De esta manera, la brecha con el dólar oficial se sitúa en el entorno de 35%, más de diez puntos por encima de las semanas previas.
«Lo que suceda en las próximas semanas podría imprimir mayor volatilidad en el tipo de cambio libre, generando cambios en las expectativas de los inversores», advirtió un informe del Banco CMF. EFE