El jefe del departamento de bomberos de Bulgaria, Alexandar Dzhartov, aseguró que en 24 horas cayó el equivalente de varios meses de lluvia, en lo que fueron las precipitaciones más intensas en la zona desde 1994.
Al menos 14 personas han muerto en las lluvias torrenciales que sacudieron en los últimos días Turquía, Bulgaria y Grecia, recién salida de una ola devastadora de incendios.
El reciente período de calor extremo ha dejado paso a fuertes tormentas, que convirtieron las calles del noroeste de Turquía en ríos y azotaron a Grecia con aguaceros sin precedentes, mientras el país se recupera de semanas de incendios forestales.
En Turquía, el último balance es de siete muertos, dos de ellos en Estambul. Una persona sigue desaparecida en la provincia de Kirklareli, en el noroeste del país.
El ministro del Interior, Ali Yerlikaya, informó de 31 heridos, ocho de ellos aún hospitalizados en Estambul.
En Estambul, las lluvias llegan tras un verano particularmente seco en el que los embalses de agua de la ciudad de 16 millones de habitantes cayeron a su nivel más bajo en nueve años.
En la vecina Bulgaria al menos cuatro personas murieron el martes en la costa del mar Negro: un obrero de 61 años de edad, un hombre de 51, y dos mujeres, una magistrada de 54 años y su hija de 30, sorprendidas por la crecida de un río mientras cruzaban un puente con su coche.
El jefe del departamento de bomberos de Bulgaria, Alexandar Dzhartov, aseguró que en 24 horas cayó el equivalente de varios meses de lluvia, en lo que fueron las precipitaciones más intensas en la zona desde 1994.
Las inundaciones, poco usuales en la zona costera del mar Negro, son cada vez más comunes debido al impacto del cambio climático y al deficiente mantenimiento de la infraestructura.
Tres muertos en Grecia
Y en Grecia, fronteriza con Turquía y Bulgaria, tres personas murieron desde la noche del lunes a causa de la tormenta conocida como «Daniel».
La tormenta afecta principalmente la región central de Magnesia y a su capital, Volos, 300 kilómetros al norte de Atenas.
«Todo lo que se salvó del incendio que tuvimos en julio ha sido destruido por este mal tiempo», dijo Christos Kleftakis, de 49 años, en Nea Anchialos, cerca de Volos.
«Es algo sin precedentes. Estos fenómenos meteorológicos severos, la fuerza de la lluvia, el viento. Nunca antes había visto algo así», añadió.
La zona de Magnesia registró precipitaciones de entre 600 y 800 mm en 24 horas, indicó el miércoles un meteorólogo.
«Es un fenómeno inédito para los datos meteorológicos del país», que empezaron a registrarse en 1955, indicó Dimitris Ziakopoulos, vicepresidente del centro de estudios de gestión de emergencias del ministerio de Crisis Climática.
Una mujer de 87 años desaparecida desde el martes fue hallada muerta el miércoles en la localidad de Paltsi, en Magnesia, informó el portavoz del cuerpo de bomberos, Yannis Artopios, a la cadena pública ERT.
El martes, un hombre de 51 años fue hallado muerto cerca de Volos tras ser arrastrado por la crecida de un torrente. E igualmente se encontró otro cadáver en el departamento de Karditsa.
A medida que el mundo se calienta, la atmósfera contiene más vapor de agua, lo que aumenta el riesgo de fuertes precipitaciones en algunas partes del mundo, sobre todo en Asia, Europa Occidental y América Latina.
Combinados con otros factores como la urbanización, estos episodios de lluvias intensas desembocan en inundaciones. AFP