Hombres armados atacaron el martes un bar de la ciudad de Coatzacoalcos, este de México, y provocaron un incendio que dejó 28 muertos y 9 heridos de gravedad, un hecho que estaría relacionado con disputas entre grupos del crimen organizado, informaron este miércoles las autoridades.
«Han muerto 28 personas, 25 en el lugar de los hechos y tres en hospitales», dijo a la AFP un alto funcionario de Veracruz.
El presidente Andrés Manuel López Obrador condenó el ataque «inhumano» y agregó que las autoridades federales lo investigarían como el producto de posible contubernio entre la fiscalía del estado de Veracruz, que abarca a Coatzacoalcos, y el crimen organizado.
El atentado es el más reciente que golpea a Veracruz, una de las zonas más violentas del país por su ubicación geográfica en el Golfo de México, que los narcotraficantes usan con frecuencia para el trasiego de drogas a Estados Unidos y escenario de extorsiones y secuestros de migrantes.
Los agresores irrumpieron en el bar «Caballo Blanco» y abrieron fuego contra los asistentes para después provocar un incendio con bombas molotov, según algunos testigos. Otros dicen que rociaron gasolina para luego prender fuego.
El gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, dijo en Twitter que los indicios sobre este «deplorable crimen» señalan que uno de los autores materiales de la masacre ya había sido detenido en julio pasado, y liberado 48 horas después por la fiscalía local, aunque la dependencia lo negó.
López Obrador confirmó la información de que algunos posibles responsables habían sido detenidos y dejados en libertad previamente, y dijo que su gobierno investigaría «a fondo» tanto el ataque como el presunto enlace entre la fiscalía estatal y grupos criminales.
«Este contubernio, esta asociación delictuosa entre criminales y autoridades, en el caso de que así se demuestre, es corrupción, y es lo que tenemos que ir combatiendo», apuntó el presidente, que fue electo el año pasado con un virulento discurso anticorrupción.
La fiscalía federal y el gobierno de Veracruz informaron que realizan acciones de seguridad en Coatzacoalcos, una ciudad costera de 235.000 personas frente al mar Caribe, para ubicar a los responsables de la masacre.