El mismo día en el que se cumplen 50 años del hito en la comunidad LGBT+, Stonewall, y que estableció el 28 de junio como el Día Internacional del Orgullo Gay, la actriz Mariana Gómez fue condenada a un año de prisión en suspenso y a pagar una multa por haber besado a su esposa Rocio Girat en la estación Constitución en Buenos Aires el pasado 2 de octubre de 2017.
Cinco años después de conocer la sentencia contra su padrastro y abuelastro, castigados a ocho años de cárcel en un juicio abreviado por abusar de ella y de sus hermanas, Gómez escuchó este viernes de boca de la jueza Marta Yungano su propia condena, publicó en una nota el portal web Infobae.
El 2 de octubre de 2017, Gómez se despedía de su esposa mientras fumaban en la estación Constitución cuando fue arrestada por dos agentes de la Policía de la Ciudad. Esta situación derivó en una acusación contra la joven de 26 años por “resistencia a la autoridad y lesiones leves”, por tirarle del pelo y arrancarle un mechón a la policía Karen Villarreal.
La jueza Yungaro la condenó por el primer delito. Los argumentos de su decisión se conocerán el 5 de julio. Ese día, el abogado de Mariana, Lisandro Tesxkiewicz, apelará la medida ante la Cámara. “Si es necesario iremos hasta la Corte Suprema”, advirtió el defensor.
«Los pedófilos tienen que estar presos, no nosotras», gritó Gómez apenas escuchó la condena, un instante antes de caer presa del llanto.
Minutos después, Gómez se descompensó y se desmayó tras sufrir un ataque de nervios cuando salía de la sala de juicio. Fue asistida por su gente. La ambulancia tardó media hora en llegar. Cuando apareció, Mariana se había ido a tomar un café con su familia y amigos, ya recuperada
Mariana no irá a prisión. Las condenas menores a tres años suelen quedar en suspenso; es decir, el condenado mantiene una vida normal y en libertad. Aunque la fiscal del juicio, Diana Goral, no había especificado que fuera en suspenso cuando pidió dos años de prisión.
En una actitud por lo menos polémica, Yungano se burló de la activista Lía Ghara que, al salir de la sala, le dijo de manera educada a la magistrada que era homofóbica. Infobae fue testigo de cómo la jueza le sonrió con sorna y la saludó con la mano de manera irónica.
Gómez, no obstante, nunca negó el agarrón del pelo de la policía, pero aseguró que no fue un ataque intencional, sino que para evitar caerse, extendió su mano y se agarró de donde pudo.
De acuerdo con lo que relató Gómez, Rojo avisó vía handy a Villarreal del episodio. Cuando la agente llegó, el policía varón le torció el brazo a la chica y la tiró para atrás, por lo que Gómez agarró del pelo a Villarreal «para no caer».