Organizaciones sindicales de estudiantes e indígenas protestaron el miércoles en Quito de manera multitudinaria pero pacífica contra el gobierno de Lenín Moreno por la eliminación de subsidios a los combustibles, cuyos precios subieron hasta un 25%.
AFP
Los manifestantes, que en la capital ecuatoriana marcharon desde el centro moderno hasta una plaza en el casco colonial, también rechazaron planes del Ejecutivo para dar en concesión empresas estatales consideradas rentables como la de telecomunicaciones.
«El sector (céntrico de Quito) recobra paulatinamente la normalidad. Nuestro personal permanece reguardando la seguridad», indicó la Policía a través de su cuenta en Twitter tras la caminata, sin reportar incidentes.
El gobierno de Moreno empezó en setiembre pasado a eliminar subsidios a los combustibles que, según sostiene, representaron unos 50.000 millones de dólares para el Estado durante la década de gestión del exmandatario Rafael Correa (hasta 2017), su exaliado.
Aunque mantiene el precio del diésel para el transporte terrestre, sin que hayan sido reajustados los pasajes, la cotización del galón americano de gasolina de bajo octanaje (la más utilizada) pasó de 1,48 a 1,85 dólares.
«Exigimos al presidente Moreno que derogue el decreto del alza de los combustibles», expresó Nelson Erazo, presidente del Frente Popular, integrado por diversos sectores sociales como de profesores.
Con pancartas con leyendas como «NO privatización», empleados, estudiantes universitarios, campesinos y aborígenes marcharon hacia la plaza de Santo Domingo, cercana a la casa de gobierno, convocados por el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), que agrupa a las principales centrales sindicales.
«Los recursos estratégicos son patrimonio de todos los ecuatorianos y no deben ser regalados al capital ajeno», manifestó a la prensa el dirigente sindical Mesías Tatamuez.
Erazo, quien estimó que unas 15.000 personas marcharon en Quito, señaló a su vez que «esta lucha es en defensa de la soberanía, de las empresas estatales que hoy pretenden ser entregadas a manos privadas, en contra las medidas económicas que han afectado la economía de los trabajadores».
Los manifestantes formaron una columna que cubrió unas ocho cuadras de extensión, protestando además contra la corrupción.
Una comisión cívica estimó que durante la administración de Correa, los hechos de corrupción alcanzaron unos 24.742 millones de dólares.
Las protestas se replicaron en otras localidades ecuatorianas como el puerto de Guayaquil (suroeste).
La Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), que aglutina a las mayores organizaciones de nativos, también participó en la denominada «movilización nacional» en «rechazo a las medidas económicas, el paquetazo (ajustes) y la privatización de los sectores estratégicos».
El lunes, sectores indígenas ya protagonizaron protestas que derivaron en algunos choques con policías que dejaron varios heridos y detenidos en la provincia andina de Cotopaxi (sur), de acuerdo con una fuente de la Defensoría del Pueblo.