La ola de despedidos sigue golpeando a la economía de Estados Unidos, pero esta semana las nuevas solicitudes de beneficios por desempleo bajaron con respecto a la semana anterior a 2,98 millones, según los datos publicados este jueves por el Departamento de Trabajo.
El número de personas que por primera vez solicitó beneficios por desempleo en la semana finalizada el 9 de mayo se redujo en unas 200.000 respecto a la semana anterior, pero fue más elevado de lo que esperaban los analistas y sigue siendo muy superior a cualquier semana previa al brote de COVID-19.
Los nuevos datos llevan a 36,5 millones los empleos perdidos en Estados Unidos desde la llegada de la pandemia a mediados de marzo, una cifra solo comparable a la situación que vivió el país durante la Gran Depresión de casi un siglo atrás.
Estas personas que se suman a las filas del paro influirán en la tasa de desempleo que en abril subió a 14,7%, registrando un espectacular aumento desde antes de la crisis en febrero, cuando estaba en 3,5%.
El gran confinamiento para intentar frenar al virus -para el cual no hay vacuna y los tratamientos son todavía experimentales- generó la pérdida de 20,5 millones de empleos en abril.
La consultora HFE estimó que a medida que varios estados en el país comienzan a reabrir sus negocios, los trabajadores volverán a encontrar oportunidades.
«Sin embargo, los nuevos protocolos por el virus van a seguir restringiendo la actividad (…) Pensamos que los despidos continuarán en las próximas semanas, aunque a un menor ritmo», indicaron. AFP