Después de más de diez días a la deriva, un acuerdo entre países de la Unión Europea permitió el desembarco en Malta de las 356 personas rescatadas por el “Ocean Viking”, un alivio para las organizaciones humanitarias SOS Mediterranée y MSF, que se estaban quedando sin víveres.
Los migrantes fueron evacuados del buque humanitario, con bandera noruega, hacia las 17H30 GMT, y transferidos a una embarcación del ejército de Malta que los condujo a esta isla del Mediterráneo. Como había anunciado el primer ministro maltés, Joseph Muscat, la evacuación se realizó en alta mar, fuera de las aguas territoriales maltesas.
Tras esta operación, el “Ocean Viking” se dirigió a Marsella, donde se encuentra su puerto de amarre.
Los migrantes rescatados desembarcaron en Malta hacia las 21H00 GMT, pero no podrán quedarse allí, sino que serán reubicados en Francia, Alemania, Irlanda, Luxemburgo, Portugal y Rumania, tras un acuerdo con la Comisión Europea.
“Ninguno se quedará en Malta”, había dicho Muscat en Twitter al anunciar el acuerdo de repartición de los migrantes.
Francia precisó que recibirá 150 de las 356 personas rescatadas, después de haber confirmado hace tres días que acogería a otros 40 migrantes del buque humanitario español “Open Arms”, bloqueado en Italia.
El ministro del Interior francés, Christophe Castaner subrayó que Francia ha demostrado “su solidaridad” y agradeció su mediación a las autoridades maltesas, en especial a su homólogo, así como al comisario europeo de Migraciones.
“Juntos hemos conseguido forjar una solución europea”, escribió en Twitter.
“¡Es una buena noticia!”, se felicitó el coordinador de las operaciones de rescate del “Ocean Viking”, Nicholas Romaniuk, en declaraciones a la AFP.
“¡Buen trabajo! ¡Bravo! ¡Gracias Malta! ¡Gracias SOS! ¡Gracias a todos!” Fueron algunas de las reacciones de las personas a bordo, que recibieron la noticia del acuerdo europeo con aplausos, hurras y gritos de alegría.
¿Nueva política para la migración en Italia?
Los socorristas habían advertido este viernes que el barco se estaba quedando sin suministros. “Nos quedan cuatro días de raciones de comida estándar”, explicó un portavoz de MSF a bordo.
Al barco, de 69 metros de eslora, se le negó la entrada a los puertos de Malta e Italia, por lo que estuvo a la deriva 14 días en aguas internacionales entre Malta y Sicilia.
Se trata de uno de los últimos casos de enfrentamiento entre las autoridades de países europeos y las organizaciones humanitarias que rescatan migrantes en el Mediterráneo.
La mayoría de las personas rescatadas por el “Ocean Viking” eran hombres adultos y alrededor de dos tercios procedían de Sudán, y los demás de Costa de Marfil, Malí y Senegal.
A bordo también viajaban cuatro mujeres y cinco niños pequeños, de entre uno y seis años. Casi 100 son menores de 18 años.
Muchos fueron rescatados en aguas libias y presentaban síntomas de deshidratación severa y, en algunos casos, estaban casi desnutridos, contó el equipo médico del barco.
Los migrantes han contado su paso por Libia, devastada por el conflicto, los abusos y malos tratos padecidos, la detención arbitraria y hasta la tortura sufrida.
Otro barco humanitario, el “MareJonio”, operado por el grupo de izquierda italiano Mediterráneo, zarpó el jueves hacia las costas de Libia.
La embarcación había sido embargada por el ministro saliente del Interior, el ultraderechista Matteo Salvini, líder de la Liga, conocido por su política de mano dura contra la migración y cuyo gobierno cayó esta semana.
Por ello la política contra la migración en Italia en este momento está en discusión y no se descarta que el cierre de los puertos a las naves humanitarias sea levantado.