Cuatro meses después de las elecciones generales, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha sido investido presidente del Gobierno en primera votación y por mayoría absoluta gracias a los 179 votos de PSOE, Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV, BNG y CC, que configuran un nuevo bloque de investidura más que heterogéneo en un Congreso de los diputados que queda partido en dos mitades muy enfrentadas.
PP, Vox y UPN han votado en contra de la investidura de Sánchez, que no ganó las elecciones del 23J, pero ha sido capaz de fraguar una difícil mayoría parlamentaria pactando con los independentistas una ley de amnistía que ha sido el centro de toda la negociación, de este pleno de investidura y apunta a ser tema clave en la legislatura que arranca, por lo menos de inicio.
Me quiero dirigir a todos los grupos que hoy me darán su apoyo para renovar como presidente y formar un nuevo Gobierno de coalición.
A los 179 diputados y diputadas que han comprometido su voto y que representan a más de 12,6 millones de ciudadanos que el pasado 23 de julio… pic.twitter.com/pzjHRB51QK
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) November 16, 2023
Todo apunta a una legislatura áspera, bronca, muy dividida y con una fuerte polarización con los dos principales partidos, PSOE y PP, dispuestos a entenderse en poco.
Inmediatamente después de la votación y su escrutinio, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, ha declarado otorgada la confianza del Congreso al candidato ante la ovación en pie de los diputados y diputadas del PSOE que, uno a uno, ha ido felicitando al ya nuevo presidente del Gobierno. Las más efusivas sus vicepresidentas, Nadia Calviño, Yolanda Díaz y Teresa Ribera.
Sánchez reivindica su legitimidad y Feijóo le dice: «Esto es una equivocación»
Sánchez, que de nuevo sale del Congreso camino de La Moncloa en su segunda investidura exitosa, ha insistido este jueves en reivindicar la legitimidad de su investidura y ha recalcado que, de la misma, sale un gobierno “legítimo, democrático y constitucional”, por lo que ha llamado al PP a admitir su “derrota” el pasado 23 de julio.
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ya convertido en líder de la oposición, se ha acercado a darle la mano. A su salida del hemiciclo, ha dicho: «Me voy más preocupado que cuando entré. Vamos a trabajar por nuestro país para devolver la cordura que la ambición personal del ahora presidente ha llevado a un callejón sin salida».
El propio Feijóo ha explicado a los periodistas que mientras le estrechaba la mano le ha dicho «esto es una equivocación».
Culmina un largo proceso desde el 23J
Ha sido la votación de investidura, la decimoctava desde la democracia, saldada con más votos a favor para el candidato desde la protagonizada por Mariano Rajoy en 2011. La investidura de Sánchez, para la que ha contado con el apoyo de siete partidos políticos además del PSOE, es la más holgada desde que las mayorías absolutas desaparecieron de la política española.
De esta forma, la Cámara culmina el proceso para poner en marcha ya la formación de un Gobierno y tras haberse celebrado la investidura fallida del líder del PP.
Ahora toca formar Gobierno de coalición con Sumar y en los próximos días se conocerán los nombres y apellidos de los que acompañarán a Sánchez en el Consejo de Ministros, quiénes repiten y quiénes abandonan el Ejecutivo, con Podemos insistiendo en tener algún ministro ‘morado’. La líder de Sumar, Yolanda Díaz, que repetirá como vicepresidenta de Sánchez, ha dicho, tras el pleno: «Frente a su odio, nuestra alegría».
Sánchez ha tratado en estas dos jornadas parlamentarias de erigirse como un «muro» frente a la extrema derecha con mensajes muy ideológicos con los que busca contraponer constantemente los dos modelos existentes, a su juicio, el de «la lucha por la igualdad, la democracia, el progreso y la convivencia», que él dice representar; frente al de las actitudes «reaccionarias y retrógradas» de un PP «que actúa al dictado de la extrema derecha».
Hace casi cuatro años el líder socialista fue investido por mayoría simple y con 12 votos menos que en este pleno, en el que le ha bastado con una sola votación para lograr su objetivo. Arranca como presidente una nueva y compleja legislatura, que nace en medio de la tensión en las instituciones y en la calle.
Durante todo el pleno, el Congreso ha estado protegido por un importante despliegue policial ante las protestas en las inmediaciones de la Cámara Baja. Un grupo de diputados del PSOE ha sido agredido este jueves con lanzamiento de huevos en las calles aledañas, y la pasada noche volvieron los altercados a la calle Ferraz, con detenidos y cargas policiales.
Sánchez inicia un camino difícil y sus socios le avisan
ERC y Junts se lo dijeron este miércoles y en la jornada de este jueves EH Bildu y PNV han hecho lo propio: apoyan su investidura, pero no le van a poner fácil la legislatura y Sánchez tendrá que pelear cada apoyo en cada votación partido a partido.
Todos los socios parlamentarios del PSOE- los que ya venían de la anterior legislatura y los nuevos- han coincidido, con mayor o menor tono de amenaza, en que no va a tener un cheque en blanco para gobernar.
ERC y Junts, que mantienen su propuesta de celebración de un referéndum de autodeterminación en Cataluña, le avisaron de forma clara- «no se la juegue, no tiene alternativa», dijo Gabriel Rufián (ERC), y «con nosotros no pruebe a tentar a la suerte», espetó Miriam Nogueras (Junts)- evidenciando que Sánchez pende del hilo independentista. Esta línea ya estaba claramente marcada en los respectivos pactos firmados con ambos, pero quisieron dejárselo más claro aún en sesión parlamentaria.
La portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurúa, ha dicho este jueves a Sánchez que su grupo apoya su investidura «sin juegos, especulaciones, amagos y advertencias», pero le ha exigido avances en el soberanismo y los derechos sociales. Ha vuelto a insistir en el principal motivo de su voto a favor: el mandato dado por las urnas de frenar el acceso de las «extremas derechas» al Gobierno.
Por su parte, el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, también ha avisado al socialista de que su partido le da una oportunidad a su nueva legislatura con una «patada adelante al balón» para «seguir jugando», pero le advierte de que no aceptará «imposiciones» que provengan del resto de socios con los que tenga que pactar.
Sánchez ha recogido el guante de Aizpurúa, que ha usado la cita de Maquiavelo «no hay mucha diferencia entre obstáculo y oportunidad, y las personas sabias son capaces de aprovechar ambas», para decir que no puede «prometer» atender todas las demandas, pero apostará por el diálogo y tanto con EH Bildu como con el PNV se ha comprometido con el «autogobierno vasco».
Feijóo: «Sánchez será un presidente prorrogado mes a mes»
El líder del PP ha dicho este jueves que Sánchez no es más que un «presidente prorrogado mes a mes» y, a su entrada al hemiciclo, ha lamentado acudir a una sesión donde «ya está todo cerrado» porque «se ha consensuado» antes «fuera de España, en Waterloo». «Quien va a mandar en el Gobierno de España no es el presidente del Gobierno», ha insistido.
El PP ha mostrado en las últimas semanas una gran dureza con el PSOE y en este pleno, el ya líder de la oposición le ha insistido en que su investidura nace de un «fraude» porque «los españoles no votaron la amnistía» y le ha acusado de nuevo de «corrupción política» por «venderse» a los independentistas. Aunque fue un discurso hosco, trató de desmarcarse de Vox con su líder, Santiago Abascal, que habla de «golpe de Estado» y compara a Sánchez con Adolf Hitler.
Las «alertas democráticas están encendidas», ha alertado el líder del PP, que ha asegurado que Sánchez «va a ser presidente del Gobierno durante el tiempo que quiera el independentismo». RTVE