Si bien todavía resta plazo para la confirmación de nombres, el cierre de la inscripción de frentes muestra a una sola mujer como prencandidata a la Presidencia: se trata de Manuela Castañeira, quien irá a la cabeza de la lista del Nuevo MAS.
Castañeira, de esta manera, repetirá la precandidatura presidencial: en 2015 también ocupó ese lugar en la lista del Nuevo MAS. En 2017, en tanto, fue primera candidata a diputada de la nación por Izquierda al frente, una alianza entre el Nuevo MAS y el MST.
En esta oportunidad, Castañeira compartirá fórmula con Eduardo Mulhall, docente de educación técnica en la provincia de Córdoba y ex obrero de Somisa, entre otras metalúrgicas.
“Tenemos el orgullo de decir que en este último tiempo es el movimiento de mujeres el símbolo universal de la lucha contra las injusticias y la explotación (…) En esta perspectiva, buscamos que la candidatura de Manuela Castañeira exprese esa fuerza que viene desde abajo y que se concentra en su figura en tanto luchadora originada en el movimiento de mujeres, trabajadora y joven”, indicó el Nuevo MAS al confirmar la postulación.
La decisión del Nuevo MAS de competir en soledad se produjo luego del quiebre del acuerdo con el MST (fueron juntos en 2017 bajo el nombre de Izquierda al frente), que -en cambio- selló una histórica alianza con los partidos que integran el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT).
La ruptura del acuerdo del MST generó un ida y vuelta de acusaciones. “El FIT ha privilegiado acordar con el grupo de la izquierda que tiene la trayectoria más discutible (apoyo al campo, acuerdo con Luis Juez, etcétera) en vez de buscar un acuerdo leal con nuestro partido, cuya trayectoria ha sido siempre consecuente con las banderas de la izquierda”, se expresó desde el Nuevo MAS.
La respuesta no tardó en llegar. “La reacción más enconada contra el acuerdo no provino de la burguesía, sino de un grupo político de izquierda: el Nuevo MAS (…) El MST, al que el Nuevo MAS denomina “grupo”, lo supera probadamente en desarrollo nacional, fuerza militante, inserción sindical, juvenil y territorial (…) Por lo tanto, la apreciación despectiva, se parece bastante a un berrinche infantil, cargado de resentimiento como confesión de impotencia política por quedar aislado”, retrucó el MST.