Revelan la masacre de al menos 800 personas en la ciudad más sagrada de Etiopía, donde se cree que está el Arca de la Alianza

Etiopía

Al menos 800 personas habrían sido asesinadas en noviembre, aunque la matanza ha trascendido ahora debido al apagón informativo que sufre el país.

Aunque durante semanas circularon rumores de que algo horrible había sucedido en la Iglesia de Santa María de Sión a finales de noviembre, no ha sido hasta ahora cuando diversos testigos han asegurado que se produjo una masacre a manos de soldados eritreos, en la que habrían perecido al menos 800 personas en Axum, la ciudad más sagrada de Etiopía, donde la población local cree que se encuentra el Arca de la Alianza.

De acuerdo con testimonios recogidos por AP, los cadáveres quedaron esparcidos por las calles durante días, mientras que por las noches las hienas descendían de las colinas cercanas para alimentarse de los cuerpos que los militares eritreos prohibían enterrar.

Según un diácono de la Iglesia ortodoxa etíope, que se mantiene en el anonimato, esta pudo ser la mayor masacre que ha tenido lugar desde que se reanudó el conflicto en Tigray, región del norte de Etiopía que linda con Eritrea. Los dos países limítrofes libraron un conflicto armado de dos décadas que finalizó en el 2018, con la llegada de Abiy Ahmed al Gobierno etíope. De hecho, Ahmed recibió el Premio Nobel de la Paz en el 2019 por firmar la paz con el país vecino.

El diácono ha contado que ayudó a contar los cuerpos diseminados por Axum, o lo que quedó de ellos, después de que las hienas se alimentaran, y que reunió las tarjetas de identidad de las víctimas y ayudó con los entierros en fosas comunes.

Iglesia Santa María de Sión

La Iglesia de Santa María de Sión en Axum, en la región de Tigray, al norte de Etiopía.

Estima que 800 personas murieron tanto en la Iglesia de Santa María de Sión como en las calles adyacentes tan solo ese fin de semana, pero cree que el total se eleva a varios miles, debido a la guerra que se libra en la región entre los combatientes etíopes y aliados contra los líderes fugitivos de Tigray, que dominaron el país durante décadas.

Más de tres meses del nuevo conflicto

A pesar de la declaración de paz del 2018, en Tigray la violencia volvió a prender, aunque poco se sabe en el exterior, debido al apagón informativo. Ahora, en la zona se está restableciendo lentamente el servicio telefónico, después de tres meses de conflicto. La zona se encuentra aislada y los periodistas están bloqueados para entrar, por lo que las noticias tardan semanas e incluso meses en confirmarse y difundirse.

El nuevo conflicto comenzó en noviembre, cuando el mundo tan solo tenía ojos para las elecciones de EE.UU. Ahmed acusó a las fuerzas regionales de Tigray de atacar al Ejército etíope. Ahora, el primer ministro etíope rechaza la injerencia externa, ante las peticiones de acceso a la zona para investigar lo sucedido; negando las muertes de civiles, así como la presencia de miles de soldados de Eritrea, a pesar de los testimonios.

Sin embargo, este discurso ha empezado a tambalearse últimamente. Así, el Ministerio de Relaciones Exteriores reconoció el pasado jueves que «la violación, el saqueo, los asesinatos masivos crueles e intencionales» podrían ocurrir en un conflicto donde «muchos están armados ilegalmente».

Un símbolo para los cristianos ortodoxos

Axum tiene un gran significado tanto para los ortodoxos tigrayanos como para todos los cristianos ortodoxos del país. Repleta de antiguas ruinas e iglesias, se cree que allí fue trasladada el Arca de la Alianza, construida para guardar las tablas de los diez mandamientos de Moisés.

Precisamente en noviembre es cuando miles de personas se reúnen tradicionalmente en la Iglesia de Sión para festejar el día en que los etíopes creen que el Arca fue llevada hasta allí tras su desaparición de Jerusalén en la antigüedad.

Sin embargo, en esta ocasión la iglesia se convirtió en un refugio para las personas que huían de los combates en otras zonas de la región, a pesar de lo cual los soldados eritreos habrían irrumpido en el templo disparando a los fieles que huían, según los testimonios.

El Gobierno de Eritrea ha rechazado la información difundida por AP por boca de su ministro de Información, Yemane Gebremeskel, quien a través de mensajes en su cuenta de Twitter la ha calificado de «horrenda mentira» y ha dicho que «las instituciones etíopes pertinentes habían averiguado hace mucho tiempo la absoluta falacia de esta historia».

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