Joe Biden debe decidir esta semana si restablece las sanciones petroleras a Venezuela, un asunto nada fácil de afrontar, pues tiene dos de los mayores quebraderos de cabeza que puede tener un presidente estadounidense en año electoral: la inflación y la inmigración.
La exención de seis meses que permite a su homólogo, Nicolás Maduro, exportar crudo a Estados Unidos expira mañana 18 de abril.
Como parte de ese acuerdo, Maduro aceptó garantizar que su propia candidatura a la reelección este verano sería libre y justa.
Sin embargo, desde entonces ha expulsado a su principal oponente de las votaciones, ha encarcelado a miembros de su equipo y ha impedido que los emigrantes venezolanos se registren para votar.
Cabe destacar que ya se ha hecho público a través de Reuters que Estados Unidos no piensa renovar la licencia cuando expire mañana, 18 de abril de 2024.
Hay mucho en juego
A pesar de ello, la decisión de EEUU sobre la reimposición de las sanciones no está cantada, y eso se debe en parte al aumento de los precios de la gasolina, describe una nueva nota de Bloomberg.
La gasolina ha subido un 17% este año en EEUU, hasta alcanzar su nivel más alto desde octubre, incluso mientras Biden intenta asegurar a los votantes que la inflación está bajo control.
Reprimir los flujos de crudo procedentes de Venezuela amenazaría con hacer subir aún más los precios del combustible.
Asimismo, el presidente estadounidense se mostrará cauto a la hora de interrumpir aún más las exportaciones de crudo de Rusia e Irán -también sujetas a sanciones estadounidenses- por temor a empujar al mercado mundial a un déficit de suministro más profundo.
«Las preocupaciones sobre los precios de la gasolina y la inflación están ocupando un lugar central, lo que hace menos probable que Washington vuelva a imponer sanciones petroleras a Caracas», dijo Fernando Ferreira, director de riesgo geopolítico de Rapidan Energy Advisors.
Después está el asunto de la inmigración.
La pobreza y la opresión empujan a millones de personas a huir de Venezuela. Muchos acaban en la frontera estadounidense, lo que se suma a la oleada de solicitudes de asilo que presionan a Biden mientras se prepara para la revancha contra Donald Trump.
Había cierta esperanza de que el levantamiento de las sanciones mejorara las condiciones económicas y aliviara ese problema. Pero si Maduro gana otro mandato, los analistas esperan que el éxodo se acelere.
El posible plan de Biden
Biden podría optar por prorrogar el indulto de las sanciones a Venezuela hasta poco después de las elecciones de julio en ese país, lo que Ferreira considera la opción más probable.
A partir de ese momento, Estados Unidos podría restablecer gradualmente las sanciones. La mayoría de los analistas, sin embargo, no esperan una prohibición total en línea con las restricciones de Trump en 2019 que esencialmente bloquearon a las refinerías estadounidenses de comprar cualquier crudo de Caracas.
En cualquier caso, hay mucho en juego, lo que obliga a Biden a equilibrar la necesidad de promover la democracia en Venezuela con sus posibilidades electorales en casa.