El chileno Claudio Grossman, nombrado en 2021 como asesor especial de la CPI para el caso venezolano, dimitió en septiembre por la falta de “medidas serias” contra lo que él considera “graves violaciones” cometidas en el país. El abogado alertó que el gobierno de Maduro sigue cometiendo abusos y obstaculizando el trabajo de organismos internacionales sin enfrentar consecuencias legales
por Versión Final
El abogado chileno Claudio Grossman, exasesor especial de la Corte Penal Internacional (CPI) renunció a su cargo en señal de protesta por lo que considera una “inacción injustificada” del fiscal Karim Khan contra el gobierno de Nicolás Maduro por crímenes de lesa humanidad.
Grossman, nombrado en 2021 para asesorar sobre la situación de derechos humanos en Venezuela, expresó en un correo electrónico que sus principios éticos le impiden permanecer en una institución que, según él, no actúa con la contundencia que la gravedad del caso exige, según la agencia AP.
En su mensaje, enviado en septiembre, el jurista cuestionó la falta de medidas contra los responsables de violaciones graves de derechos humanos.
“Ya no puedo justificar la elección de no tomar las medidas serias correspondientes contra los autores de las graves violaciones”, escribió en un mensaje enviado al fiscal de la CPI, Karim Khan.
El abogado alertó que el gobierno de Maduro sigue cometiendo abusos y obstaculizando el trabajo de organismos internacionales sin enfrentar consecuencias legales.
Su renuncia se formalizó tras rechazar una propuesta para renovar su contrato y una llamada de Khan en la que se le pidió reconsiderar su decisión.
Desde la oposición venezolana, sus líderes Edmundo González y María Corina Machado acusan al tribunal de aplicar un doble estándar al priorizar casos internacionales como los de Vladímir Putin y Benjamin Netanyahu, mientras se retrasa en Venezuela.
En una carta dirigida a Grossman y otros asesores de la CPI, denunciaron que esta inacción afecta la credibilidad de la corte y perpetúa el sufrimiento de los venezolanos.
El fiscal Khan defiende su enfoque basado en la complementariedad, que busca dar a las autoridades venezolanas la oportunidad de investigar antes de intervenir directamente.
Sin embargo, recientemente admitió que los avances esperados en Venezuela no se han materializado, advirtiendo que esta estrategia tiene un límite.
El gobierno de Maduro calificó las críticas como parte de una «campaña de desinformación» promovida por potencias occidentales.
Paralelamente, surgieron cuestionamientos sobre la independencia de Khan debido a la relación de su cuñada, Venkateswari Alagendra, con la defensa del gobierno venezolano ante la CPI, lo que algunos consideran un posible conflicto de intereses.