Reino Unido afirmó este lunes que quiere crear una fuerza de protección marítima para el Golfo liderada por Europa, luego de que Irán confiscase un petrolero con pabellón británico en medio de la creciente tensión en la región.
El ministro británico de Relaciones Exteriores Jeremy Hunt hizo el anuncio tras una reunión ministerial de emergencia para responder al incidente del viernes.
«Vamos a buscar crear una misión de protección marítima liderada por Europa para apoyar el paso seguro de los cargueros y la tripulaciones en esa región vital», dijo Hunt en el Parlamento, enfatizando que Reino Unido no quería confrontar con Irán.
«Vamos a intentar establecer esta misión cuanto antes», indicó, agregando que «no formará parte de la política de máxima presión de Estados Unidos sobre Irán».
Hunt describió el incidente del viernes como un acto de «piratería de Estado».
Propriedad de un armador sueco pero con pabellón británico, el petrolero «Stena Impero» fue interceptado el viernes por los Guardianes de la Revolución, acusándolo de no respetar el «código marítimo internacional», lo cual negó Reino Unido.
Por su parte, el portavoz del gobierno iraní, Ali Rabii, afirmó el lunes que la captura del petrolero «era una medida legal» necesaria para «mantener la seguridad regional».
La crisis ocurre en un contexto político muy delicado para los británicos, porque May dejará sus funciones el miércoles.
La jefa del gobierno conservador presidió una reunión interministerial en Downing Street, durante la cual fue abordado el asunto «del mantenimiento de la seguridad de navegación en el Golfo».
Jeremy Hunt, candidato a suceder a May, dialogó el domingo con sus homólogos Jean-Yves Le Brian (Francia) y Heiko Maas (Alemania), con quienes coincidió en que «la seguridad del paso de los buques por el estrecho de Ormuz es una prioridad absoluta para los países europeos».
– «Todas las opciones» se estudian –
El buque y sus 23 tripulantes están retenidos en el puerto de Bandar Abbas, en el sur de Irán.
La incautación se produjo horas después de que la justicia del enclave británico de Gibraltar (extremo sur de España) prolongó por 30 días la retención del petrolero iraní «Grace 1», interceptado el 4 de julio bajo sospecha de querer entregar petróleo a Siria en violación de las sanciones europeas contra Damasco, lo que Irán negó.
El caso del «Stena Impero» relanzó en Reino Unido el debate sobre su poder militar.
«No hay duda de que el tamaño (reducción) de la Royal Navy desde 2005, de 31 fragatas y destructores a 19 actualmente, impactó en nuestra capacidad para proteger nuestros intereses en todo el mundo», señaló a la BBC el contraalmirante retirado Alex Burton.
Algunos se interrogan también sobre la pertinencia de confiscar el «Grace 1», una operación que, según el ministro español de Relaciones Exteriores, Josep Borrell, se hizo a pedido de Estados Unidos.
«¿Qué diablos pensaban los políticos británicos que dieron el fuego verde? ¿Creían que los iraníes no se vengarían de lo que consideran una grave escalada en la guerra económica de Estados Unidos contra ellos?», cuestionó el editorialista Patrick Cockburn, en The Independent.
Las tensiones entre Washington y Teherán se deterioraron tras la retirada unilateral estadounidense en mayo de 2018 del acuerdo internacional para controlar el programa nuclear iraní, firmado en 2015.