El Gobierno británico ha anunciado este jueves la legalización del cannabis terapéutico por prescripción para otoño. «Esto ayudará a los pacientes con necesidades médicas específicas pero por ningún motivo se trata de un paso hacia la legalización para uso recreativo», ha señalado el ministro de Interior, Sajid Javid. El anuncio del Gobierno se da después del caso mediático de Alfie Dingley y Billy Caldwell, dos niños con epilepsia a los que les había sido denegado el acceso a aceite con base de cannabis.
«Ofrecer cannabis terapéutico a través de prescripciones mejorará las vidas de los pacientes que actualmente están sufriendo en silencio. No hay nada más difícil que ver sufrir a sus familiares, por eso tomé esta decisión», ha dicho el ministro en Twitter. Antes de tomar la decisión, Javid se reunió con dos grupos de expertos independientes.
La decisión ha sido recibida con alegría por la madre de Billy Caldwell, que sufre de epilepsia y que justo este jueves cumple 13 años. «Mi pequeño Billy podrá vivir una vida normal con su madre gracias al simple hecho de poder administrarle cada día algunas gotas de un medicamento natural criticado desde hace mucho pero bastante eficaz», ha dicho Charlotte Caldwell.
En Reino Unido, la planta del cannabis era clasificada como una droga sin ningún valor terapéutico, pese a que varios países europeos —Alemania, Austria, Finlandia, Portugal e Italia— dieron el paso y legalizaron su uso medicinal. El departamento de salud de Reino Unido, así como la agencia de regulación de medicamentos y productos de salud, definirán ahora «de manera clara lo que constituye un medicamento derivado del cannabis» para que puedan ser prescritos. «Otras formas de cannabis estarán estrictamente controladas y no estarán disponibles bajo prescripción», ha señalado el Ministerio del Interior.
Mike Penning, exministro de justicia y uno de los impulsores de la iniciativa, ha saludado la noticia. «Este anuncio da esperanza a miles de personas», ha señalado. «Sin embargo, aún queda mucho trabajo para definir exactamente qué productos estarán autorizados y cómo estarán reglamentados», ha advertido. Por su parte, Tom Freeman, investigador en el King’s College de Londres, ha señalado que la decisión «tendrá un impacto considerable en las investigaciones porque facilita el desarrollo de medicamentos más seguros y eficaces».