El grado de alarma en el este de África ha aumentado en relación con la plaga de langostas del desierto que desde hace meses afecta a varios países de la región, el peor brote en 25 años y cuya magnitud amenaza cada día los medios de vida y la seguridad alimentaria de millones de personas.
Una plaga que podría multiplicarse por 500 a medida que avanza el año, según estimaciones de la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO), con enjambres capaces de destruir a diario cultivos suficientes para alimentar a 2.500 personas durante un año.
Las grandes claves para entender esta calamidad son las siguientes:
1. ¿Qué países son los afectados?
«Esta especie, desafortunadamente, no reconoce fronteras ni necesita un visado o un pasaporte. Cuando se desplaza cubre todo el camino. Las langostas que vemos ahora en Kenia no vienen de Somalia, sino de Yemen», explicó este viernes Stephen Njoka, director general de la Organización de Control de Langostas del Desierto para el Este de África (DLCO-EA), en una rueda de prensa en Nairobi.
Una plaga procedente del sur de la Península Arábiga que hace seis meses irrumpió en el noreste de Etiopía y partes del noroeste de Somalia; en octubre cruzó desde el este de Etiopía al centro y sur de Somalia -donde continuó su cría- y que a finales de 2019 alcanzó Kenia.
Nubes de langostas presentes a su vez en el norte de Sudán, Eritrea y Yibuti, las cuales se espera que, debido al presente empuje de los vientos en dirección norte-sur, se desplacen del oeste de Kenia a otros dos países más: Sudán del Sur y el norte de Uganda.
2. ¿Qué factores climáticos han originado este brote?
El paso sobre el océano Índico de dos ciclones tropicales consecutivos, con fuertes lluvias torrenciales, creó entre mayo y octubre de 2018 las condiciones propicias de reproducción para estos insectos, que requieren suelos húmedos donde depositar sus huevos.
Así, las lluvias permitieron que -durante nueve meses- millares de langostas se multiplicaran en el desierto Rub al-Jali de Arabia, para después desplazarse a países vecinos donde un clima inusualmente húmedo ha facilitado que sigan creciendo en número.
«El año 2019 ha sido muy inusual. Por lo general, la lluvia a mediados de diciembre se detiene, pero hoy vemos que en enero sigue lloviendo lo que ha fomentado este brote. En general, todo el Cuerno de África ha vivido la estación de lluvias más húmeda de los últimos 40 años», señaló este viernes Guleid Artan, director del Centro de Aplicaciones y Predicción Climática (ICPAC).
3. ¿Qué se está haciendo para controlar la plaga?
«Muchos todavía desconocen la magnitud de esta plaga. Estamos hablando de que un kilómetro cuadrado puede contener hasta 150 millones de langostas», detalló hoy Njoka.
Para combatirla, tras medidas desesperadas que incluyeron el uso de gas lacrimógeno o la danza de agricultores para ahuyentar a estos insectos, Kenia finalmente está llevando a cabo fumigaciones aéreas con cinco aeronaves en las áreas del norte y centro del país; que ya cuenta con al menos diez condados afectados.
Es la misma técnica usada en las regiones Somalí y Oromia de Etiopía, que, sin embargo, está siendo más difícil de implementar en Somalia debido a la situación de inseguridad, con amplias áreas rurales del centro y sureste del país fuera del control del Gobierno Federal a causa de la insurgencia yihadista.
Las autoridades aseguran que los pesticidas utilizados no son dañinos para el medio ambiente, el resto de animales o las personas que habitan en estas grandes extensiones, en su mayoría dedicadas a la cría de ganado.
4. ¿Cuál es el riesgo en un ya vulnerable Cuerno de África?
Si esta plaga consigue perturbar las próximas cosechas previstas para marzo, se espera que aumente significativamente el riesgo de hambruna en el Cuerno de África; región que comenzaba a recuperarse tras varios años de sequías y recientes inundaciones en Etiopía, Somalia y Sudán, entre otros países.
«La inseguridad alimentaria y nutricional será más severa en los niños si no tomamos medidas ahora», advirtió hoy en Nairobi el subdirector general de la FAO del Departamento de Agricultura y Protección del Consumidor, Bukar Tijani.
«Dos tercios de nuestra región son de pastoreo, lo que implica que, si los pastos se ven afectados, también se verán amenazados sus medios de vida y su alimento«, sentenció Tijani.
Los expertos estiman que las langostas son capaces de viajar unos 150 kilómetros al día y de destruir al menos 200 toneladas de vegetación; en una región en la que más de 19 millones de personas ya viven en riesgo de hambruna, según los últimos datos del Grupo de Trabajo Sobre Seguridad Alimentaria y Nutrición (FSNWG). EFE