El primer ministro de El Líbano, Hassan Diab, lanzó este sábado una propuesta para celebrar elecciones parlamentarias anticipadas en el país, en un intento de contener la ola de protestas contra la crisis política y económica del país, exacerbada por la gran explosión del martes en el puerto de Beirut.
“Estoy preparado para asumir la responsabilidad del Gobierno durante los dos próximos meses hasta que todos los partidos acuerden la próxima fase a seguir y el lunes convocaré al Consejo de Ministros para organizar estas elecciones anticipadas”, informó en un discurso recogido por el portal de noticias libanés Naharnet.
Y agregó: “Estamos en estado de emergencia con respecto al destino y futuro del país”.
Diab asumió el Gobierno en diciembre pasado, tras la dimisión de Saad Hariri en medio de las protestas que comenzaron en octubre contra los dirigentes y el sistema sectario en El Líbano.
Horas antes de este anuncio, los diputados del partido cristiano Kataeb anunciaron su abandono del Parlamento libanés como protesta contra el Gobierno, según hizo saber el líder de la formación, Sami Gemayel.
Las tres renuncias del partido cristiano llegaron después de las de Marwan Hamade, del partido del líder druso Walid Jumblat, y la diputada independiente Paula Yacoubian, quien pidió a todos los diputados que dimitan porque “el Parlamento ya está fuera del proceso de toma de decisiones”.
El embajador de Líbano en Jordania también ha presentado su dimisión a raíz de la explosión, que ha dejado un saldo de 158 muertos y más de 6.000 heridos, y es considerada como un símbolo de la incompetencia del Gobierno.
La explosión, según las investigaciones iniciales, fue provocada por el almacenamiento inadecuado de 2.750 toneladas de nitrato de amonio en el puerto, incautadas en 2014 al buque Rhosus, de un empresario ruso y con pabellón moldavo, por impago de las las tarifas portuarias.
Estas palabras del primer ministro también se producen en una jornada de protestas que han dejado más de un centenar de heridos en enfrentamientos entre manifestantes y Policía.
Los choques se registraron en diferentes puntos principalmente frente al Parlamento, donde los manifestantes trataron de entrar sin éxito.
Sí pudieron acceder al edificio del Ministerio de Exteriores -dañado durante la devastadora explosión en Beirut- adonde entraron para leer un manifiesto contra la clase política.