Policía de Uganda realiza exámenes anales tras redadas contra homosexuales

La Policía de Uganda desarrolló el mes pasado dos grandes redadas contra la comunidad homosexual en la capital ugandesa, Kampala, donde detuvo a más de un centenar de personas y realizó al menos 16 exámenes anales, una violación de derechos humanos que ha denunciado hoy Human Rights Watch (HRW).

«Dichos exámenes violan su derecho a la integridad corporal y a no sufrir tortura ni malos tratos», explicó la organización internacional en un comunicado, en el que pide la liberación de «docenas» de detenidos simplemente por sospechas de su orientación sexual o identidad de género.

«La policía de Uganda se está rebajando a nuevos niveles en su persecución de personas por ser LGBT», consideró la investigadora sénior de derechos LGTB de HRW, Neela Ghoshal.

Uganda es uno de los países africanos con leyes más estrictas contra la comunidad de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGTB), con penas de cárcel que pueden llegar a la cadena perpetua por «delitos contra natura».

Además en 2014 se aprobó una «ley contra la homosexualidad», donde contemplaba la pena de muerte, pero fue anulada ese mismo año por el Tribunal Constitucional.

El pasado 21 de octubre, la Policía ugandesa detuvo a 16 activistas de la organización «Let’s Walk Uganda» («Vamos a andar Uganda»), después de que la misma organización llamase a la Policía porque había un grupo de personas que estaban amenazando con entrar en la casa que alberga la sede de la organización.

La Policía dispersó a este grupo, pero luego arrestó a 16 activistas por su orientación sexual, insultándolos de forma homofóbica, según denunció HRW.

Unos días después, en la comisaría, la Policía realizó los «exámenes anales» a todos ellos, una práctica que atenta contra la dignidad de la persona, pero que está permitida en Uganda.

Apenas tres semanas después, el 10 de noviembre, la Policía hizo una redada en un bar de Kampala, conocido por acoger a la comunidad LGTB, y acorraló y detuvo a 125 personas, bajo cargos de fumar «shisha».

De este centenar de detenidos, 58 permanecen en la prisión de Luzira por cargos de «molestia común» según el Código Penal de Uganda, y comparecerán hoy ante el juzgado.

Estos incidentes se producen después de que un oficial del Gobierno amenazase en declaraciones a la prensa con volver a rescatar «la ley contra la homosexualidad», hecho que se ha negado de forma oficial, y de que el activista LGTBI Brian Wasswa fuera hallado inconsciente en su casa «en un charco de sangre» el pasado 4 de octubre, y fallecido un día después de camino a un hospital en Kampala.

Uganda es uno de los países que más castigan al colectivo LGTB, por lo que muchos en busca de asilo terminan viviendo en campamentos de refugiados en la vecina Kenia, donde, pese a que la ley colonial condena la homosexualidad con hasta 14 años de prisión, esta raramente se aplica. EFE