La Policía chilena inició este viernes una investigación para determinar si hubo negligencia de parte de agentes tras un llamado de auxilio de la familia brasileña que murió intoxicada por monóxido de carbono en Santiago, informó el gobierno.
Los seis turistas brasileños, cuatro adultos y dos menores, murieron el miércoles al interior de un departamento en el centro de la capital chilena que arrendaron mediante la aplicación Airbnb. Al sentir los primeros síntomas de malestar, unas cuatro horas antes del deceso, llamaron supuestamente a la policía para pedir ayuda, pero el uniformado enviado al lugar no dio con la dirección del edificio.
La Policía quiere aclarar si hubo comunicación con las víctimas y, de ser así, cómo se actuó tras recibir esa llamada, informó Andrés Chádwick, ministro del Interior y Seguridad.
Un representante diplomático brasileño fue quien tras encontrar los cuerpos de las víctimas volvió a llamar a la Policía, cuyos efectivos esta vez sí dieron con la dirección del edificio donde ocurrió el hecho que causó gran conmoción en Brasil.
La Policía chilena informó que envió toda la información a la Fiscalía y que inició “indagaciones administrativas” para “establecer” si hubo negligencia o inacción por parte del oficial enviado al apartamento en un primer momento, según confirmó Mauricio Rodríguez, jefe policial de Santiago.
Los turistas se encontraban de visita en Chile celebrando el cumpleaños de uno de los menores. Uno de los extranjeros logró comunicarse con sus familiares en Brasil a quienes alertó sobre los síntomas que sufrían antes de fallecer.
El hecho puso en duda el servicio de arrendamiento que presta Airbnb, más aún luego que la Superintendencia de Electricidad y Combustible (SEC) de Chile confirmara a la AFP que el edificio donde ocurrió el accidente no contaba con un sello verde que acreditaba que las instalaciones de gas estaban funcionando de manera correcta.