Policía brasileña detiene a ex líderes del partido oficialista por causa Petrobras

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La policía de Brasil detuvo el viernes a ex líderes del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) por participar de un supuesto crédito bancario fraudulento, en una nueva etapa de la vasta investigación sobre corrupción centrada fundamentalmente en la gigante estatal Petrobras.

Reuters

La vigésimo séptima ronda de la denominada “Operación Lavado de Autos” se concentró en un préstamo a 10 años que entregó el local Banco Schahin y que generó pérdidas a la petrolera estatal. Los fiscales señalan que el crédito de 12 millones de reales (3.300 millones de dólares) nunca fue devuelto.

En un nuevo revés para el partido de la presidenta Dilma Rousseff, la policía detuvo a un ex tesorero del PT para indagarlo y arrestó a un ex secretario general y al propietario de un diario local, según informaron investigadores en conferencia de prensa.

La pesquisa que lleva más de dos años ha revelado un sistema de corrupción que involucra a varias compañías y a importantes funcionarios del Gobierno del PT, que asumió la administración de Brasil en 2003.

El escándalo ha dado impulso a un pedido de la oposición para que Rousseff enfrente un juicio político, a pesar de que la mandataria no está siendo investigada.

Las detenciones del viernes son consecuencia de la detención en noviembre de José Carlos Bumlai, un poderoso empresario ganadero amigo del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Bumlai está acusado de buscar la ayuda de Lula para obtener un contrato con Petrobras por 1.600 millones de dólares en el campo Vitoria, para una unidad de Schahin Group. A cambio, Bumlai arregló que el banco del grupo le condone el préstamo.

El dinero del crédito fue lavado a través de varios empresarios relacionados con el Partido de los Trabajadores y finalmente se usó para pagar sobornos, dijeron los fiscales.

Varios de los hombres de negocios investigados en este esquema corrupto también estuvieron involucrados en otro resonante escándalo del país sudamericano -“el mensalao”- que llevó al arresto de varios políticos en 2013 tras una década de juicios.

“Hay algunas particularidades de este caso que son muy similares al mensalao”, dijo a periodistas el fiscal Diogo Castor de Mattos en la ciudad de Curitiba, epicentro de la mayor investigación sobre corrupción en la historia de Brasil.

Decenas de ejecutivos de las principales firmas de ingeniería y construcción del país han sido acusados de soborno y lavado de dinero, y unos 50 funcionarios están siendo investigados por recibir supuestas coimas para establecer contratos con Petrobras.

El propio Lula está bajo pesquisa por haberse beneficiado presuntamente del esquema, aunque el carismático ex mandatario brasileño niega haber cometido cualquier delito y dice que es víctima de una cacería de brujas en el marco de una persecución política.

Lula y Rousseff han calificado los embates de la oposición como un golpe de Estado.