Piñera dice ante los casos de abusos que la Iglesia «jamás debe encubrir un crimen»

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El presidente de Chile, Sebastián Piñera, afirmó hoy que la Iglesia católica «jamás debe encubrir un crimen», en alusión a los abusos sexuales cometidos en el país por miembros del clero y su presunto encubrimiento por parte de la jerarquía eclesiástica.

La Iglesia chilena «cometió un tremendo error», sostuvo el mandatario en una entrevista con Arcatel, que es una agrupación de canales regionales de televisión abierta que abarca la mayor parte del territorio chileno.

«Me duele mucho que, tal como hemos conocido, muchas altas autoridades de la Iglesia católica tuvieron conocimiento de estos hechos y en lugar de enfrentarlos con la verdad, por negligencia, por prudencia, por errores, o por lo que usted quiera, ocultaron estos hechos», sostuvo el mandatario.

«Pudieron y debieron haber evitado muchos abusos y mucho sufrimiento a niños chilenos y eso a mí también me duele profundamente», apostilló.

«Me duele lo que los chilenos estamos conociendo, porque hubo muchas víctimas que nadie las acogió, nadie las escuchó, nadie las protegió y esas víctimas han tenido que sufrir los abusos sexuales en soledad y con falta de apoyo y eso es muy doloroso», remarcó Piñera.

La Fiscalía chilena informó este viernes que hay 37 causas abiertas en el país en relación con los casos de abusos sexuales cometidos por personas relacionadas con la Iglesia católica.

Dichos procesos vigentes «involucran hasta hoy a 68 personas investigadas y 104 víctimas, las que en su mayoría son menores de edad», precisó en un comunicado.

Una de las causas involucra al cardenal Ricardo Eszzati, arzobispo de Santiago, quien fue citado a declarar como imputado por el fiscal regional de O’Higgins, Emiliano Arias, por presunto encubrimiento de abusos sexuales.

En este caso está formalmente imputado, y en prisión preventiva, el excanciller del arzobispado de Santiago, Óscar Muñoz, acusado de abusos y estupro de media docena de menores, algunos de ellos sus sobrinos.

Desde el pasado junio, el papa Francisco ha aceptado la renuncia de cinco obispos chilenos, en un proceso de limpieza que, según las víctimas de los abusos, no ha terminado.

A juicio de Piñera, «es mejor que esto salga a la luz pública para poder corregir esta situación y enfrentarla con más verdad, con más coraje y con más justicia y no seguir barriendo bajo la alfombra».

«Espero que esto sea una profunda enseñanza para la Iglesia católica», consideró el mandatario, que dijo esperar también que la Iglesia inicie una nueva etapa «de mucha más cercanía y de mayor compromiso con la verdad, de mucha mayor protección a las víctimas inocentes, de mucho mayor cuidado con los niños».

Preguntado por la posibilidad de que altos representantes de la Iglesia chilena sean condenados por estos hecho, Piñera recalcó que «la justicia tiene que ser igual para todos y tal vez, mientras más alto el poder y la autoridad de las personas, mayor responsabilidad tienen ante la justicia».